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Place de France y Place Vendôme

Place de France y Place Vendôme
Porte de Saint-Denis (París)
Época: Barroco. Inicio: Año 1600. Fin: Año 1700

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Antecedente:
El desarrollo del urbanismo

(C) Jesús Cantera Montenegro

Comentario

Todavía le dio tiempo a Enrique IV para plantear la construcción de otra plaza en 1610, poco antes de ser asesinado, lo que hizo que, aunque las obras se iniciaran, no llegaran nunca a concluirse. Fue aquella la Place de France, que, proyectada por Claude Chastillon y Jacques Alleaume, debió contar con una importante intervención por parte del propio rey en la configuración del diseño.Debería ocupar esta nueva plaza un espacio situado entre la Bastille y el Temple, y tendría claramente un sentido práctico y simbólico, como señalaría su estructura estrellada.

Adosada a la muralla entre la Porte Saint-Antoine y la Porte du Temple, se planeó con una planta semicircular en la que, del lado curvo, irradiaban ocho calles que llevarían los nombres de las principales provincias y que más allá eran cortadas por un segundo cinturón semicircular. Los edificios que asomarían a la plaza tendrían un carácter público. La base del semicírculo estaría adosada a la muralla y allí ésta abriría una nueva puerta que llevaría un nombre significativo, Porte de France, lo que, unido al simbolismo de los nombres de las calles radiales, sería indicativo del papel de París como capital del reino.Luis XIII desarrolló una menor actividad urbanística que su padre, pues se orientó sobre todo hacia las obras de tipo arquitectónico.

Entre las actuaciones de tipo urbanístico cabe citar en primer lugar la Rue Dauphine, proyectada ya por Enrique IV y en la que se ordenó que las casas. se construyeran con un esquema uniforme.Más importante fue la urbanización de la Ile Saint-Louis, que se llevó a cabo entre los años 1627 y 1664 con la dirección técnica de Louis Le Vau y el impulso del empresario Marie y los financieros Poulletier y Regrattier. Se formó entonces la isla por la unión de los antiguos islotes de la Ile aux Vaches y la lle Notre-Dame, célebre éste porque durante la Edad Media era el lugar donde se celebraban los Juicios de Dios.

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Además de la unión, se hicieron puentes que enlazaron la isla con las márgenes del río y se dividió el suelo en lotes, formando un sistema de damero con dos calles principales entrecruzadas.Con la misma idea urbanística de dos calles principales entrecruzadas, se planeó y construyó después del año 1633 el Distrito Richelieu, situado al norte de las Tullerías y el Louvre y fuera de la antigua muralla de la ciudad.

Esta zona se vio favorecida al construir allí su palacio el propio cardenal, el que luego sería el Palais Royal, continuando este favor con el cardenal Mazarino que también levantó aquí su vivienda, la que hoy es sede de la Bibliothéque Nationale, todo lo cual propició el desarrollo de este núcleo urbano configurando así un nuevo barrio en la ciudad de París.Con Luis XIV, ésta va experimentar importantes cambios que serán fundamentales para su posterior evolución.

Bajo su reinado se construyeron dos places royales, se trazaron los jardines de las Tullerías que sirvieron de punto de arranque a la posterior expansión de la ciudad por la zona oeste y también se suprimieron las fortificaciones acabadas en la época de Luis XIII, que fueron sustituidas por un anillo casi completo de boulevards, lo que además sirvió para que París adquiriese entonces la fisonomía de una ciudad abierta.

La primera de aquellas plazas fue la Place des Victoires, planificada en 1685 por el mariscal de La Feuillade para acoger un monumento de Luis XIV, réplica de otro que había encomendado al escultor Desjardins para celebrar la firma de la Paz de Nimega (1679), y que había enviado a Versalles como regalo al monarca. El monumento constaba de una estatua del rey puesto de pie, que ceñía su cabeza con una corona de laureles.

Bajo ella había un pedestal con seis relieves y en los ángulos cuatro cautivos que representaban a España, Holanda, Prusia y Austria, las naciones vencidas por el Rey Sol. Rodeaban el monumento cuatro grandes lámparas que estaban encendidas día y noche, lo que simbólicamente le daba un carácter casi de imagen sagrada y así constituye un testimonio harto elocuente de la política absolutista que encarnaba Luis XIV. Estas lámparas fueron eliminadas en el siglo XVIII y la estatua fue fundida en 1792, siendo sustituida en 1822 por otra de F. B. Bosio que representa a Luis XIV a caballo.

La plaza no se concibió como un espacio urbano aislado, como podía ser, por ejemplo, el caso de la Place des Vosges, sino que iba a servir de intercomunicador de distintas zonas de la ciudad. Así convergía en ella la rue des Fossés Montmartre -hoy rue d’Aboukir-, que procedía de la antigua muralla de Carlos V, concretamente del lugar donde en 1672 se había levantado la Porte Saint-Denis; igualmente llegaban a ella la rue Croix des Petits Champs, que abierta hacia el sur unía la plaza con el Louvre, y la rue de la Feuillade -hoy, rue Petit Champs-, que enlazaba con el nuevo barrio situado al norte de las Tullerías.

Por esa función de la plaza como distribuidor radial, su proyectista, el arquitecto Jules-Hardouin Mansart, la concibió con una planta circular, llegando a quedar como prototipo para otras plazas semejantes en otros lugares, como por ejemplo el King’s Circus de Bath.Los edificios construidos en aquel lugar formaban un conjunto uniforme, disponiendo una planta baja con un paramento en almohadillado y por encima dos pisos con un orden gigante jónico, algo que sin duda tenía orígenes italianos.

Pero esta distribución solamente la presentan los edificios en las fachadas que asoman a la plaza, pues en la parte hacia las calles que convergen a ella muestran una articulación mucho más sencilla.La otra gran plaza parisina construida en el reinado de Luis XIV fue la Place Véndôme o Place Louis Le Grand, que se convirtió en el centro de los nuevos barrios al oeste de la ciudad.

Hacia el año 1680 concibió Louvois la construcción de aquella plaza, que estaría centrada por una monumental estatua de Luis XIV y en la que los edificios albergarían importantes instituciones, como serían las sedes de las Academias, la Biblioteca, la Real Casa de la Moneda y el Hôtel des Ambassadeurs extraordinaires. Así, determinados ya a levantar aquel nuevo espacio urbano, favoreció su ubicación la posibilidad de compra en 1685 del hôtel del duque de Vendóme -hijo de Enrique IV y Gabriela de Estrées- que a la sazón estaba arruinado, y a cuyo solar se añadieron para ampliar la superficie de la futura plaza los terrenos del vecino convento de los capuchinos.

El encargado de hacer el proyecto y llevar a cabo las obras fue Jules-Hardouin Mansart, quien comenzó sus labores en 1685 construyendo únicamente las fachadas de los edificios, que en su parte inferior se diseñaron con soportales. La parte por detrás de las fachadas no se edificó, ya que, con un sentido racional, se determinó que se hicieran posteriormente, para que pudieran adaptarse de forma más adecuada a las necesidades de la institución que fueran a acoger.

De todas formas, tan buenas intenciones no sirvieron puesto que la falta de dinero obligó a cancelar el proyecto y se pasó a derribar las fachadas.Muy pronto se reactivó la idea de construir la plaza, aunque con importantes cambios, pues a la reducción de dimensiones del primer proyecto se unía el que los edificios a construir tendrían ahora un carácter privado. El rey regalaba el terreno a la ciudad con la condición de que se construyeran las fachadas de acuerdo con el nuevo proyecto de Mansart en el que habían desaparecido los soportales. Por otro lado, ateniéndose a la primera intención se daba libertad a quienes compraran los solares, para que tras esas fachadas pudieran edificar sus viviendas con plena libertad en la disposición de los planos.

Presenta la plaza una planta rectangular con las esquinas achafladas que prácticamente la convierten en un octógono irregular, lo que refuerza el carácter de ámbito cerrado de este espacio urbano. Sin embargo, en oposición a esta idea, y participando de ese gusto barroco por los elementos y las situaciones contrapuestas, atraviesa la plaza un eje longitudinal en dirección norte-sur que hoy en día une el Jardín de las Tullerías y la Opera, como antaño lo hacía con las iglesias de los capuchinos y de los bernardos y que, por tanto, tiende a romper el esquema cerrado del conjunto.

No obstante, las intenciones originales han sido alteradas con el paso del tiempo por dos hechos fundamentales. Primero, porque la estatua ecuestre de Luis XIV como emperador romano realizada por Girardon fue destruida durante la Revolución y sustituida más tarde por Napoleón con la Columna de Austerlitz, y ésta, dado su monumental tamaño, resta algo del carácter concentrado de la primitiva plaza. En segundo lugar está la circunstancia de que el eje que la atraviesa está actualmente desvirtuado, ya que casi se pierde en el infinito, mientras que, en su momento, poco después de atravesar la plaza era cortado por los edificios de unas calles transversales que lo cruzaban, lo cual proporcionaba una idea de espacio algo más cerrado a todo el conjunto que lo que hoy día podemos contemplar.

Las fachadas se construyeron entre 1699 y 1708 siguiendo en general un esquema muy semejante al de la Place des Victoires, pero con un tratamiento más exquisito. Las proporciones son más esbeltas y los detalles más cuidados, con empleo de un orden corintio y un intento de evitar la monotonía de los grandes lienzos por medio de ressauts rematados con frontones triangulares.Cabe señalar finalmente la apreciación que a través de esta plaza ha hecho Anthony Blunt sobre la diferencia de la política de Enrique IV y la de Luis XIV.

El primer monarca destinó sus obras urbanísticas para residencia de los parisinos que rodeaban su estatua. Por el contrario, Luis XIV proyectó acoger su imagen por los edificios que servirían de sede a las instituciones oficiales del Estado, lo que es un reflejo de la política emblemática que dominaba todas sus actuaciones.También durante el reinado de Luis XIV se llevó a cabo la renovación de los jardines del palacio de las Tullerías, que finalmente acabarían conformando la vía de expansión de la ciudad hacia la zona oeste.

Estos habían sido construidos desde el año 1563 según los cánones de la jardinería renacentista, pero en 1637 se nombró a André L e Nôtre su jardinero, quien hizo una nueva planificación con el fin de adaptarlos a las nuevas concepciones, en las que se buscaba una mayor movilidad a través de un variado sistema de ejes y de parterres con distintas plantas, quedando el esquema dominado fundamentalmente por un gran eje o avenida, la de los Chames Elysées, que finalizaría en un gran círculo, I’Etoile, que más adelante servirían de base para el crecimiento urbanístico de esta zona tan importante del París decimonónico y del actual.

De forma semejante, y buscando un paralelismo en la planificación general de la ciudad, se proyectó otro eje en la parte oriental de ésta, que debería dirigirse desde la Porte Saint-Antoine hasta Vincennes.Algo más tarde se abrieron unas vías radiales dirigidas hacia toda la nación que señalaban el papel de la ciudad como capital del reino y la concepción de un Estado centralizado en Francia.

Completando este programa urbanístico se cortaron estas vías con el anillo de boulevards, que se dispusieron en el lugar donde las antiguas murallas delimitaban la ciudad y que favorecieron otro de los ideales del urbanismo barroco, cual es el de los espacios abiertos.Aquellas murallas habían sido construidas entre los siglos XIV y XVII por Carlos V, Carlos IX y Luis XIII cuando la ciudad fue creciendo por su zona norte. Pero ya en la época de Luis XIV, la seguridad en el reino hizo que se abandonaran, llegando a un estado casi ruinoso.

Ante ello, finalmente se optó por derribarlas, acometiéndose entre 1660 y 1705 la empresa de demolerlas, rellenar con ellas los fosos, y formar así una especie de terraza ligeramente sobreelevada de 36 metros de anchura, en la que se dispuso una avenida formada por una vía principal flanqueada por otras dos más estrechas, y entre ellas paseos con filas de árboles, dándose al conjunto el término militar de bouleuard, con el que se denominaba el terraplén de una muralla.

Por otra parte, allí donde los bouleuards se cruzaban con las vías radiales se erigieron en lugar de las antiguas puertas de la muralla, otras de tipo monumental y carácter emblemático, como las de Saint-Denis y Saint-Martin, la primera de 1672 construida por François Blondel, y la segunda de 1679 por Pierre Bullet, decoradas con bajorrelieves que recogen las hazañas victoriosas de Luis XIV.

Palladianismo.

 Palladianismo.

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El Palladianismo es un estilo que se da a conocer como arquitectura palladiana, creado por el arquitecto italiano Andrea Palladio. El Palladianismo es una evolución conceptual de los trabajos de Palladio. Este estilo inició en el siglo XVI, siendo un gran influyente en arquitectura neoclásica, debido a su gusto clásico. Dicho estilo fue prolongado en muchas partes del mundo. En uno de los lugares donde más se popularizó este estilo fue en el Reino Unido. Uno de los que intervino en esto fue Christopher Wren, durante el siglo XVII. Este es sucesor del estilo Barroco, siendo este la renovación de formas antiguas de estilo clásico. Cuando este estilo inició su declive en Europa, se popularizó en Norteamérica.

Una muestra de esto son las edificaciones de Thomas Jefferson. Algunas de las edificaciones de Palladio son: • Villa Godi • Quattro Libri dell’Architettura • Villas palladianas de Vicenza • La Iglesia del Santísimo Redentor En sus trabajos este arquitecto tomó en cuenta los principios del arquitecto romano Marco Vitruvio y los trabajos desarrollados de Leon Battista Alberti. Donde se destacaban las proporciones matemáticas y no la riqueza ornamental, lo que permitió la caracterización de la Arquitectura renacentista durante el siglo XVI. Se dieron las combinaciones de elementos del lenguaje clásico, tomando en cuenta la funcionalidad de cada edificio, lo que le permitió ser considerado como un arquitecto manierista y buscador del renacimiento y sus proporciones armónicas.

 Las fachadas cuentan con una excepcional elegancia sencilla, austera cuya serenidad es compositiva. Según la ubicación del terreno, este arquitecto desarrollaba sus construcciones, en algunas destacándose el uso multiplicado del pórtico, tipología de loggia abierta para reemplazar el pórtico.

Para Palladio estas villas poseían doble finalidad, una de explotación agropecuaria y otra como remanso palaciego. Su aspecto era simétrico y de buen contenido para realizar las labores del campo.

 En la actualidad de forma incorrecta muchos se refieren al palladiano, como la protección de las edificaciones clásicas. Este estilo fue de gran influencia en la arquitectura occidental y funcionó como precedente al Neoclasicismo. Lo que trajo como producto: • Palladianismo inglés • Neopalladianismo • Palladianismo irlandés • Palladianismo en los Estados Unidos.

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Para citar este artículo en formato APA:

 ( A. 2012, 12. Estilo palladianismo. Revista ARQHYS.com. Obtenido 09, 2016, de http://www.arqhys.com/contenidos/estilo-palladianismo.html.)

Via: http://www.arqhys.com/contenidos/estilo-palladianismo.html

 

La Ciudad neoclásica: John Soane y Jean Louis de Cordemoy

La Ciudad neoclásica

John Soane y Jean Louis de Cordemoy

Percy C. Acuña Vigil

El término Neoclasicismo (del griegoνέος neos, el latín classicus y el sufijo griego –ισμός -ismos) surgió en el siglo XVIII para denominar de forma negativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes, los principios intelectuales de la Ilustración, que desde mediados del siglo XVIII se venían produciendo en la filosofía, y que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura.

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Puerta de Brandenburgo

Con el deseo de recuperar las huellas del pasado se pusieron en marcha expediciones para conocer las obras antiguas en sus lugares de origen. La que en 1749 emprendió desde Francia el arquitecto Jacques-Germain Soufflot, dio lugar a la publicación en 1754 de las Observations sur les antiquités de la ville d’Herculaneum, una referencia imprescindible para la formación de los artistas neoclásicos franceses. En Inglaterra la Society of Dilettanti (Sociedad de Amateurs) subvencionó campañas arqueológicas para conocer las ruinas griegas y romanas. De estas expediciones nacieron libros como: Le Antichitá di Ercolano (1757-1792) elaborada publicación financiada por el rey de Nápoles (luego Carlos III de España), que sirvieron de fuente de inspiración para los artistas de esta época, a pesar de su escasa divulgación.

Ledoux ciudad ideal

Claude Nicolás Ledoux: Propuesta

También hay que valorar el papel que desempeñó Roma como lugar de cita para viajeros y artistas de toda Europa e incluso de América. En la ciudad se visitaban las ruinas, se intercambiaban ideas y cada uno iba adquiriendo un bagaje cultural que llevaría de vuelta a su tierra de origen. Allí surgió en 1690 la llamada Academia de la Arcadia o Árcades de Roma, que con sus numerosas sucursales o coloniae por toda Italia y su apuesta por el equilibrio de los modelos clásicos y la claridad y la sencillez impulsó la estética neoclásica.

La villa romana se convirtió en un centro de peregrinaje donde viajeros, críticos, artistas y eruditos acudían con la intención de ilustrarse en su arquitectura clásica. Entre ellos estaba el prusiano Joachim Winckelmann (1717-1768), un entusiasta admirador de la cultura griega y un detractor del rococó francés; su obra Historia del Arte en la Antigüedad (1764) es una sistematización de los conocimientos artísticos desde la antigüedad a los romanos.

En Roma también trabajaba Giovanni Battista Piranesi (1720-1778); en sus grabados, como Antichitá romana (1756) o Las cárceles inventadas (1745-1760), y transmite una visión diferente de las ruinas con imágenes en las que las proporciones desusadas y los contrastes de luces y sombras buscan impresionar al espectador.

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Piranesi Etchings

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Piranesi: Paneon de Roma.

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Piranesi: Escudo Papal.

El trabajo está cargado de simbolismo: la figura en el centro representa la verdad rodeada por una luz brillante (el símbolo central de la iluminación). Otras dos figuras a la derecha, la razón y la filosofía, están rasgando el velo que cubre verdad.

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Piranesi Etchings

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Piranesi: Arco de Trajano

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Piranesi: Fontana di Trevi

La Ilustración representaba el deseo de los filósofos de la época de la Razón (filosofía) por racionalizar todos los aspectos de la vida y del saber humano. Vino a sustituir el papel de la religión (como organizadora de la existencia del hombre) por una ética laica que ordenará desde entonces las relaciones humanas y llevará a un concepto científico de la verdad.

Sin embargo lo central de este periodo es la revolución industrial y los cambios socio económicos que provoco:

En Gran Bretaña se desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que explica su supremacía industrial hasta 1870 aproximadamente, como también financiera y comercial desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el resto de Europa, la industrialización fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la británica.

Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914: Francia, Alemania y Bélgica. En 1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa continental, sólo en Bélgica hay un proceso de revolución seguido al del Reino Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se fortalece en Turingia y Sajonia la industrialización de Alemania.

Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía: Italia, Imperio Austrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se inició tímidamente en las últimas décadas del siglo XIX, para terminar mucho después de 1914.

La Revolución industrial estuvo dividida en dos etapas: La primera del año 1750 hasta 1840, y la segunda de 1880 hasta nuestros tiempos. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias sociales y económicas que marcaron el ámbito de la ciudad neoclásica en este periodo.

Estos cambios fueron en síntesis:

  1. Demográficos. Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural), Migraciones internacionales, Crecimiento sostenido de la población, Grandes diferencias entre los pueblos, Independencia económica.
  2. Económicos. Producción en serie, Desarrollo del capitalismo, Aparición de las grandes empresas, Intercambios desiguales.
  3. Nace la Cuestión social.
  4. Deterioro del ambiente y degradación del paisaje, Explotación irracional de la tierra.

Con este marco de referencia se construye la ciudad neoclásica que debe su imagen formal a la obra de los arquitectos que desde su intervención particular fueron conformando un todo formal nuevo y que fue respondiendo a la nueva configuración de la sociedad en Europa.

En esta construcción refiero la obra de dos arquitectos que con sus obras marcaron su impronta en la ciudad neoclásica europea. El uno en Inglaterra y el otro en Francia.

John Soane

El último gran arquitecto del neoclasicismo británico, antes del periodo ecléctico de la época victoriana. Profesor de la Royal Academy y miembro de la Oficina de Obras de Londres, su aportación fundamental fue el desarrollo de un estilo personal basado en un clasicismo que reafirmaba las proporciones estructurales y los elementos geométricos básicos de la arquitectura. Su proyecto más importante, el Banco de Inglaterra en Londres (1795-1827, destruido y reformado posteriormente) cuenta con una austera fachada ciega compuesta mediante elementos lineales, cuyo modelo siguió en la despojada Dulwich Art Gallery (1811-1814).

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Banco de Inglaterra.

Los espacios interiores de sus obras suelen ser de una luminosidad impresionante, gracias a la disposición de amplios ventanales, claraboyas y bóvedas vaídas que parecen flotar en la luz. La casa que se construyó como residencia entre 1812 y 1813, en Lincoln’s Inn Fields (Londres), es un compendio de sus experimentos arquitectónicos e innovaciones estilísticas. Esta obra, abierta al público como Museo de sir John Soane, también contiene sus colecciones privadas de pintura y antigüedades.

 

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Lincoln Inn Fields

 Referencia

Archivo de John Soane

John Soane: Arquitectura Neoclásica.

Soane: Arquitecto de colecciones

La casa de John Soane

Soane 4 Claremont House

Claremont House

Soane 5 Banco de Inglaterra

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Abée Jean Louis de Cordemoy

El Abate Jean-Louis Cordemoy (1655-1714) fue un historiador de arquitectura francesa, Prior de San Nicolás en La Ferté-sous-Jouarre (Seine-et-Marne), y un canónico en St-Jean-des-Vignes Soissons (Aisne). Su nuevo “Tratado de toda la arquitectura fue uno de los primeros estudios de la arquitectura eclesiástica, en donde alabó el estilo gótico por su clara expresión de la estructura.

En este tratado discutió la obra de Vitrubio y de Alberti (1404-1472), incluyendo la catedral y la Plaza de Sn. Pedro en Roma. Fue el modelo de arquitectura y sirvió de referencia a la obra de Jacques German Soufflot (1713-1780) en Santa Genoveva.

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Sta. Genoveva. París.

Bajo la influencia de Michel de Fremin y Claude Perrault sus ideas de orden, decoro y disposición como expresiones de la integridad con la naturaleza y la estructura fueron precursoras de los conceptos modernos de funcionalismo y la fidelidad a los materiales. [[1]]

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Sta. Genoveva. París.

Su obra tuvo un impacto considerable en la teoría de la arquitectura del siglo 18, especialmente en la de Antoine Desgodetz, Marc-Antoine Laugier (1713-1769), De la Hire y Boffrand, (1667-1754). Él también participó en un áspero debate con el ingeniero Amédée-François Frézier En cuanto a la arquitectura sagrada en el periódico jesuita “Memorias de Trévoux”, una escaramuza en el Debate de los antiguos y los modernos.

Referencia

Page de Sylvie Pressouyre. (Bulletin Monumental.

L’abbé de Cordemoy, Laugier, Soufflot et l’idéal gréco-gothique

La Théorie Architecturale a L’Age Classique

Extracto de una carta del autor              

Su obra se anticipó a la de Jacques François Blondel (1705-1774) y a la de Adolf Loos, (“Ornament and Verbrechen”).

Laugier reinterpreto a Cordemoy y su obra influencio a la de E. Louis Boullée (1728-1799), Jacques Gondouin (1737-1818), Pierre Patte (1756-1775), Marie Joseph Peyre (1730-1785), al mismo Nicolás Ledoux (1736-1806) y a Charles Percier (1764-1838)  y Pierre L. F. La Fontaine (1762-1853) en la Rué de Rivoli y en el Arc du Carrusel.

[[1]] History of Architectural Theory, Hanno-Walter Kruft, 1994, p.141.

¿Vivienda Social?

¿Vivienda Social?

Percy C. Acuña Vigil

¿Hay algo que se llame vivienda social?

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Precisión del término

Vivienda digna, según el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en su Observación General nº 4 es aquella vivienda donde los ciudadanos o las familias pueden vivir con seguridad, paz y dignidad. La vivienda digna se inscribe en el derecho a la vivienda. [1]

El derecho universal a una vivienda, con el calificativo de digna y adecuada, aparece como uno de los derechos humanos, recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 25, apartado 1 y en el artículo 11 de Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) [2].

En el artículo 11 de Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) aparece el término vivienda adecuada:

Artículo 11 del Pacto Internacional de Derecho Económicos, Sociales y Culturales:

 Toda persona tiene el derecho a un nivel de vida adecuado para sí misma y para su familia, incluyendo alimentación, vestido y vivienda adecuada y una mejora continuada de las condiciones de existencia, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. [3]

El Comité de Derechos Urbanos de Naciones Unidas en su Observación General nº 4, define y aclara el concepto del derecho a una vivienda digna y adecuada, ya que el derecho a una vivienda no se debe interpretar en un sentido restrictivo simplemente de cobijo sino, que debe considerarse más bien como el derecho a vivir en seguridad, paz y dignidad.

De acuerdo con estas precisiones el derecho a una vivienda digna y adecuada, debemos unirlo a que estas viviendas se ubiquen en espacios plenamente equipados, en barrios dotados de servicios urbanos, accesibles, con espacios intermedios de relación que permita la comunicación vecinal, estamos hablando viviendas en unas ciudades vivas donde es posible el desarrollo familiar y personal a todos los niveles que la sociedad avanzada demanda.

Para que una vivienda sea digna y adecuada, además debe ser:

  • Vivienda fija y habitable.
  • Vivienda de calidad
  • Vivienda asequible y accesible.
  • Seguridad jurídica de tenencia

Ocurre que aquí en el Perú menos de un tercio de la población cumple con estos estándares. La vivienda para la mayoría de los peruanos no es habitable, no es de calidad, no es asequible y carece de seguridad jurídica. Es vivienda indigna de acuerdo a los términos de la ONU, y se la disfraza con el apelativo de social, para denotar su indignidad.

[1] Según la ONU. Ver art. 25 Declaración Universal de los Derechos Humanos, París, 1948

[2] ONU (1948) “Declaración Universal de Derechos Humanos” . Artº 25

[3] Derecho a un vivienda digna – Observatorio DESC -Derecho Económicos, Sociales y Culturales

Aquí en el Perú usualmente el término se emplea eufemísticamente para esconder que se trata de vivienda para sectores que están debajo de la línea de bienestar. Como esta línea no existe, y esta inexistencia se debe a que aquí toda la vivienda es materia de negocio para la empresa privada, mejor es ni hablar de ella. De otro modo, el Estado tendría que dar síntomas, por lo menos, de que es su preocupación.

Esto no ocurre porque hace mucho tiempo el Estado claudico en su tarea de ocuparse de la vivienda para quienes están debajo de la línea de bienestar. (Léase de pobreza). Empezó desde que el aluvión migratorio invadió todas las ciudades de la costa, con el objetivo de invadir Lima. Y así ocurrió ante el espanto de todos. Hoy toda Lima es una gran barriada que concentra un tercio de la población peruana, y en ella se aloja esta población migrante que a pesar del Estado, ha auto construido su habitat.

Lima hoy exhibe la inoperancia del Estado para enfrentar el urbanismo de la pobreza, no tiene vergüenza, y cuando la tiene, solo atina a pintarla, para que no se vea su cara.

Se dice que el maquillaje está a cargo de los arquitectos, porque ni siquiera tienen un plan de desarrollo urbano que les sirva de guía, hoy tener un plan es quitarle libertad a los negocios de los urbanizadores y de los agentes que lucran con el suelo urbano.

No existen ni planes, ni programas de vivienda para la pobreza, como en los países vecinos, aquí lo que existe es el principio del laissez faire a ultranza.

En donde se tiene que enseñar a los arquitectos, hoy día se disfraza esta situación con subterfugios de creatividad y de utopías que ya han servido de base para cantos de sirena a varios políticos que de las nubes nunca bajaron, y así el tiempo ha consolidado un statu quo en donde a nadie le importa esta cara y se le pone careta. Por supuesto a los arquitectos menos.

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Este tema que es fundamental, hoy no tiene debate, no tiene estudio y no merece investigación porque no es negocio. El estado en sus universidades debería fomentar investigación sobre este tema, sin embargo se prefiere resolver los intereses de los empresarios en viviendas de lujo, en barrios aristocráticos y en playas privadas para satisfacción de egos preñados de problemas psicológicos.

Para el Estado en sus universidades no existe el problema de más del 70% de la población que demanda atención en su problema de vivienda. Ni siquiera se estudia como problema, siendo ignorado por sus alumnos, quienes ni siquiera le prestan atención, porque este no esta considerado como parte de la politica de formación de los futuros profesionales .

Tan pobre es la atención que se le da a este tema que hoy leo de una exhibición en una casa de venta de libros que va a mostrar especulaciones sin base y sin ningún fundamento epistemológico ni propedéutico aprovechándose del eventual interés que despierte un aviso mal escrito sobre «vivienda social». Los alumnos que saben le harán poco caso a esta convocatoria de carácter sibilino.

Igualmente el otro día escuchaba a un docente pavonearse de que su taller era de vivienda y que sólo atendía a la del sector empresarial, pues era el único que valía. Triste la intervención y pena por los jóvenes que son sus episódicos alumnos. Esto es una evidencia del  absoluto desprecio que existe hoy día frente a un problema crítico y estructural que es central en el país.

 

 

Qué se aprende de las Vegas. La manía con creer que todo vale.

¿Qué se puede aprender de Las Vegas? A proposito del librito que todavía encandila vendiendo cebo de culebra.
El libro Aprendiendo de Las Vegas trata del simbolismo en la arquitectura ubicandose en un contexto del primer mundo. Esto es fundamental porque lo que dice no es pertinente en un contexto de carencias, como es el del subdesarrollo.
No tiene nada que hacer con las pertinencias y con lo apropiado en arquitectura ya que ésta siempre esta en función a su contexto y a sus ciudadanos.
Tal es el caso de los dislates de Le corbusier en Chandigahr y en Marsella p.e.
Los ejemplos que se da en este librito, para sustentar maniqueamente una visión puramente formalista, son por lo menos impertinentes, qué si no es comparar un Versalles con el vulgar estacionamiento en el centro de corrupción en Las Vegas, o comparar una piazza medieval italiana con las inefables estridencias de una autopista en Las Vegas.
Lo único de valor es su anexo en dónde crítica dudosamente la pretención de juzgar el arte..
Esta es una lección más: antes de leer hay que conocer quién escribe, desde dónde escribe, para quién escribe y qué fines tiene.
De los tres escribientes a quien de ellos les interesa la arquitectura en un país andino que a las justas no es un país fallido y en dónde la arquitectura no es más que un negocio de unos cuantos.
El librito sólo nos interesa como patología y posteo esta nota con fines terapéuticos. Leer entre lineas permite comprender. PCAV.

“En la arquitectura hace falta menos ego y más miedo”

Denise Scott Brown ha sido la arquitecta más famosa de la segunda mitad del siglo XX

Esposa y socia del afamado Robert Venturi, lucha porque a ella también se le reconozca su aportación con un Pritzker retrospectivo

Denise Scott Brown. Ampliar foto
Denise Scott Brown. TOMÁS CASADEMUNT

Con 81 años, la arquitecta y urbanista Denise Scott Brown (Nkana, Zambia, 1931), crecida en Johanesburgo, formada en Roma y Londres y afincada en Filadelfia, ha viajado recientemente a México, donde la entrevistamos, para presentar la primera edición en español de su libro Armada de palabras (Arquine). En 1991, cuando su socio y marido, el arquitecto Robert Venturi, viajó al DF a recoger el prestigioso Premio Pritzker, ella no lo acompañó. Entendió que ese galardón debía haber sido también para ella, porque hacía 26 años que firmaban conjuntamente sus edificios y eran las ideas de Scott Brown sobre la importancia de lo ordinario –hoy recuperadas en el currícu­lo académico de universidades como Columbia– las que armaron algunos de sus libros míticos como Aprendiendo de Las Vegas. En las últimas semanas, una petición promovida por estudiantes graduadas de Harvard en change.org para que Scott Brown comparta el Pritzker de su marido lleva acumuladas más de 5.000 firmas. Entre ellas, la de la también Pritzker Zaha Hadid y la del propio Venturi. Por eso, irónica, comenta que cuando su esposo llegó al DF entró en el palacio presidencial a recoger ese premio y ella, en cambio, ha llegado hasta el pedregal de Santo Domingo para ver cómo tres generaciones de una familia viven, y trabajan, en los veinte metros cuadrados de una vivienda de autoconstrucción: “La cultura predominante frente a la cultura dominante”.

Gurús “papá y mamá”

“En la arquitectura hace falta menos ego y más miedo”

Denise Scott Brown (Nkana, Zambia, 1931. En la imagen, con su marido Robert Venturi durante una visita a Barcelona en 2000) hoy se siente reconocida, aunque aún menos que los hombres: “El mundo necesita gurús, y los gurús son hombres. Nadie quiere ser un gurú papá y mamá”.

Hace cuatro años, cuando su libro Armada de palabras apareció en la edición original británica Having Words (AA), el crítico de The New York Review of Books Martin Filler volvió a clamar contra la injusticia de que no la reconocieran como coautora de los trabajos por los que premiaron a su marido con el Pritzker de 1991. En México, durante la presentación de la edición española de su libro, la arquitecta explicó que ella, como la familia Pritzker, fue amiga del humanista Lewis Mumford. “Sé que al patriarca le interesó la arquitectura a partir de las clases de Mumford. Por eso a veces he estado tentada de ir a hablar con ellos y pedirles un gesto, una ceremonia sencilla, The Pritzker Inclusion Ceremony, para hacer justicia al trabajo que hice codo con codo y que ellos no me reconocieron. Solo se trata de incluir a quien quedó fuera”, dijo.

Aunque ella y Venturi lideraron durante los años ochenta una de las vanguardias más extrañas de la historia de la arquitectura –la posmoderna, el cíclico regreso al simbolismo de la historia como reacción frente al maquinismo de la modernidad–, por encima de los más de 200 edificios que ha levantado, el legado de Scott Brown está en la actitud de su arquitectura, que se ha esforzado en buscar inspiración en lo cotidiano. Así, la ampliación de la National Gallery de Londres, concluida en 1991, fue uno de sus trabajos más criticados por quienes consideran que la arquitectura debe hablar de su tiempo y no mimetizar los edificios existentes. Sin embargo, 22 años después, uno no repara en esa ampliación. El cuerpo añadido forma parte de ese rincón londinense porque atiende tanto al peatón como a la monumentalidad de Trafalgar Square. Las ideas de esta arquitecta y urbanista hablan desde ese edificio. “Observar lo ordinario puede resultar feo. Pero es importante”.

PREGUNTA: ¿La falta de prejuicios será la mayor conquista arquitectónica del siglo XXI?

RESPUESTA: Es necesaria una mente muy abierta para analizar cualquier tema. Pero luego tiene que llegar un filtro. No todo vale. Ese filtro es el prejuicio. La mente es un columpio entre recabar información y filtrarla. Es necesario adorar lo que haces para no agotarte con el balanceo.

P: ¿Cómo hace para seguir viendo cosas que a los demás nos cuesta ver? R: Siempre he tenido la cabeza como un radar. Creo que mi madre la tenía así. Luego, cuando uno se hace mayor, la mitad de la vista es memoria.

P: Creció en Johanesburgo. ¿Cómo aprendió a mirar más allá de lo que tenía delante? R: Allí el racismo era algo asumido. Eso o te hace ver o te ciega. Pero debo hablar de mi padre. Era promotor y cuando regresó de un viaje a Nueva York dijo: “Lo que he visto lo podría haber hecho yo”. Pensaba a lo ancho. Buscaba los principios de las cosas, era un estratega. Era capaz de predecir cosas. Al regresar de Nueva York dijo que la Sexta Avenida desaparecería. Y así fue.

P: Sin embargo, fue su profesora de dibujo quien le abrió los ojos. R: Yo iba a un colegio inglés. Pintábamos muñecos de nieve en las felicitaciones de Navidad. Esa profesora nos pidió que miráramos por la ventana. En Sudáfrica no había nieve. ¿Cómo podíamos ser creativos si no pintábamos lo que teníamos delante y repetíamos lo que hacían otros?

P: ¿Qué se necesita para saber ver? R: Le Corbusier aconseja mirar detrás de los edificios. Creo que se necesita algún tipo de cambio social para que uno abra los ojos a cosas nuevas. Los grandes problemas ensanchan la mirada.

P: ¿Su libro ‘Aprendiendo de Las Vegas’ comenzó en África? R: Todo lo que vi en mi infancia lo recordé más tarde. Yo iba a una escuela inglesa. Había racismo no solo entre negros y blancos. La ascendencia inglesa era la clase más alta. Ser judía, como yo, procedente de Letonia significaba convertirse en un refugiado. Pero también había refugiados nazis. Crecí entre ellos y no entre los afrikáneres. A los negros apenas los veíamos. Mi abuelo era racista. La contradicción de los judíos en Sudáfrica es que huyendo de la persecución colaboraron con el apartheid.

P: ¿Por eso se fue? R: Pensé que no tenía la fuerza suficiente para enviar a mis amigos a prisión. Me sentía lejos de la ideología del sector social en el que vivía. Pude haberme quedado a ayudar, pero se necesitan seis personas para iniciar un movimiento de protesta y allí solo había tres.

Solo las mujeres han reconocido mi trabajo arquitectónico»P: ¿Es usted judía practicante?R: Pertenezco a una sinagoga. Y Bob [Venturi] y yo vamos una vez al año.

P: ¿Por qué tienen los judíos tanto poder en la arquitectura? R: ¿Eso cree? Louis Kahn decía que los judíos no podían dirigir empresas en Norteamérica. Se necesitaba ser de clase alta, haber estudiado en Princeton y conocerse de toda la vida para triunfar en los negocios. Todavía es así.

P: ‘Aprendiendo de las Vegas’ fue un título sugerente, pero esa ciudad no es real. ¿De qué debe aprender la arquitectura? R: Uno aprende de donde puede. Es cierto que el apartheid rompió Sudáfrica, pero también lo es que allí se construía más vivienda social que en toda América. Esas viviendas están todavía allí. El régimen racista ha desaparecido y las casas siguen allí.

P: La vida está llena de contradicciones. R: La vida no es blanco o negro. Las dicotomías no son nada creativas. Beethoven usó música folk como inspiración.

P: Escribió ‘Aprendiendo de Las Vegas’ con su marido, Robert Venturi. Han trabajado juntos durante medio siglo. Sin embargo, a usted le ha costado décadas que reconozcan su trabajo. R: Sí. Y solo lo han hecho las mujeres. Algunos arquitectos me llamaban cuando les fallaba Venturi. Me pedían que fuera a explicar los trabajos de Venturi.

P: ¿Quién le pidió eso?

R: Rafael Moneo. P: Philip Johnson también le pedía que abandonase la sala después de las cenas, cuando los hombres iban a hablar de arquitectura. R: No. Philip Johnson no invitaba a mujeres. Eso me lo pedían en otras casas.

P: ¿Por qué no le exige ese reconocimiento a su marido? Robert Venturi no reclamó compartir el Premio Pritzker que recibió en 1991 con usted. R: Para Bob, admitir que yo era la mitad del estudio supuso enfrentarse a sus colegas. Y aun así dijo que yo era más del 50% en el discurso de aceptación del premio.

P: Pero no reclamó compartirlo con usted. R: Ha sido tan bueno conmigo que no puedo pedirle más.

P: Sin embargo, lo reclama el resto del mundo. Uno esperaría que alguien que además de su socio es su marido y su amigo la apoyara antes que nadie. R: Las cosas han cambiado y ahora podría ser más sencillo. Robert Venturi lo pasó muy mal hasta llegar donde está. Tiene problemas de autoestima, entre otras cosas, porque fue un niño disléxico. Le costó aprender a leer y su vida escolar fue dura hasta que llegó a Princeton y floreció. Con todo, sigue siendo un hombre inseguro.

Denise Scott Brown, durante su juventud, en una fotografía sin fecha tomada en Sudáfrica. ampliar foto
Denise Scott Brown, durante su juventud, en una fotografía sin fecha tomada en Sudáfrica.

P: No quiero insistir más, pero, precisamente siendo inseguro, usted debió reforzar su seguridad. R: Sin duda. Le ayudé mucho. Fue injusto que solo le premiaran a él. Pero habría sido más injusto que ninguno de los dos recibiera el premio.

 P: ¿Es la arquitectura de hoy más justa con las mujeres? R: Bueno… la mayoría de los arquitectos lo quieren hacer todo, aunque no estén preparados. No es tanto egocentrismo como miedo a que no les vuelvan a hacer grandes encargos si delegan una parte. Pero lo mismo sucedería con las mujeres. La ambición ciega. El AIA (American Institute of Architects) no da su medalla de oro ni a parejas ni a estudios.

P: Ha dedicado esfuerzo y tiempo a que reconocieran la contribución de las mujeres. ¿Por qué era tan importante para usted? R: Hay muchas mujeres que me gustan. Mi madre fue un chicazo. Creció en zonas salvajes de África. Vestía como un niño por una razón: para una mujer era más seguro vestir así. Eso lo heredé yo. Solo que, además, a mí también me gustaban las muñecas. Pero mi padre me había advertido: “Los judíos no podemos decir que no somos como los otros. Eso nunca funciona”. Cuando defiendes que eres diferente, llamas la atención y las cosas se vuelven contra ti.

P: ¿No se debe reclamar una voz propia si se tiene? R: Sí. Pero sentirse diferente del resto de las mujeres es una trampa. De modo que varias arquitectas nos reuníamos y teníamos sesiones de curación mutua. Ya sabe: “Algo parecido me pasó a mí…”. Daban consuelo. Luego las mujeres arquitectas empezaron a entrar en las escuelas antes de tener sus propios estudios. En lugar de atacar los bastiones masculinos, los estudios donde se diseñaba edificios, fueron a las escuelas a formar futuros arquitectos. Hoy hay arquitectas trabajando en países árabes que no se sienten oprimidas por tener que llevar burka. Al contrario. Como le sucedía a mi madre, que era más libre vestida de chico, esas mujeres son más libres bajo un velo protector. Estamos habituadas a los disfraces. Una vez me salió un proyecto en Bagdad y pedí información: “¿Como judía y como mujer es inteligente ir a Irak a trabajar?”, pregunté. Todos me contestaron lo mismo: “Como mujer, no hay problema. Como judía, mejor no ir”.

P: ¿Cree que las mujeres desarrollarán la parte social de la arquitectura? R: Sí. Nos hemos fijado en lo que rodea la arquitectura porque también nosotras la hemos rodeado. No es que solo nos interese lo social. Somos más intuitivas y muchas de las cosas las vemos antes. Por ejemplo, entendemos bien cuándo debemos quitarnos de en medio frente a alguien tan hambriento de poder que la única posibilidad de hacer algo es alejarse de él.

P: Su nombre de soltera fue Denise Lakofski. ¿Por qué no fue nunca Denise Venturi? R: Una vez busqué artículos de una socióloga norteamericana, Ruth Durant, y me di cuenta de que había desaparecido. Luego comencé a leer a otra mujer que escribía cosas similares, pero su nombre era Ruth Glass. Sumé dos y dos e intuí que se había casado. Cuando Bob y yo nos casamos, yo era profesora en Berkeley y ya había publicado artículos. Me acordé de esta socióloga y pensé que no tenía sentido perder lo hecho. Renunciar a mi apellido habría supuesto renunciar a mi obra.

P: ¿La independencia es algo que se aprende o se desarrolla? R: Sospecho que se aprende, pero también he tenido grandes dependencias. He tenido que convertirme en una anciana para ser mucho más independiente en mis ideas de lo que fui. Puede que las hormonas tengan algo que decir.

La arquitectura es la manera consciente de hacer espacios»: ¿Las hormonas generan independencia mental?R: Los hombres continúan con la testosterona hasta los noventa. Las mujeres se liberan de esas urgencias y el patrón mental cambia. Si has trabajado y llegas a anciana, tienes experiencia y seguridad. Los cambios hormonales liberan a las mujeres.

P: Pasó de diseñar ciudades lineales con su primer marido a protestar por la destrucción de los centros históricos con Venturi, el segundo.R: Sí. Lo aprendí de los Smithson. Que uno crea en el progreso no implica que defienda la destrucción.

P: ¿Qué vio en Venturi? R: En Europa, un urbanista es un gran arquitecto, un heredero de Le Corbusier. Pero en América, si eras urbanista, los arquitectos pensaban que habías elegido esa opción porque no eras lo suficientemente bueno como para diseñar. Bob era distinto.

P: ¿Por eso le guardaba un sitio en las reuniones de profesores de la Universidad de Penn? R: Un asiento y una galleta. Él daba el segundo curso de teoría. Y yo el primero. Decidí contarles a los estudiantes lo que realmente me interesaba: lo que los Smithson estaban haciendo en Inglaterra: estaban mirando a la historia. Eso a Bob le interesó. Y empezó a aparecer por mis clases.

P: ¿Y por eso le pidió que fuera a Las Vegas con usted? R: Sí. Pero más tarde. Cuando me fui a dar clases a Berkeley.

P: ¿Es cierto que le pidió que se casara con usted? R: Bueno… llegado un punto, sabíamos que iba a ocurrir y lo puse fácil. Sí. Fui yo. Le ayudé.

P: ¿Hay diferencia entre arquitectura y construcción?R: Quien distingue entre arquitectura y construcción habla peyorativamente del trabajo de otros. Yo creo que la arquitectura es la manera consciente de hacer espacios.

P: ¿Qué porcentaje de las decisiones urbanísticas es fundamentalmente económico? R: La política lo condiciona todo. Es cierto que quien controla la economía termina controlando también la política, pero si miramos el mundo así, todo en la vida, incluida la elección democrática de Obama, es una cuestión económica. Me parece relevante ver cómo los políticos estadounidenses están reconquistando el poder. Tras la Segunda Guerra Mundial se tomaron grandes decisiones urbanísticas. Y los arquitectos creímos que por fin llegaba nuestra hora. La realidad era otra. El interés era reciclar las industrias de la guerra y desviar su producción hacia la construcción.

P: ¿Opina que a muchos arquitectos les preocupan más los edificios que las calles? R: Muchos intentan hacer ciudades y las hacen mal. Cuando diseñas parte de una ciudad, no puedes tomar todas las decisiones. Simplemente eres un guía. Debes escuchar a los demás y pensar cómo responderá lo que estás haciendo dentro de 100 años. Ningún político piensa con esos plazos. Pero el miedo es bueno, aporta prudencia. Menos ego y más miedo, podría ser un buen lema para la arquitectura.

Tipología arquitectónica

Qué es Tipología:

La tipología es la ciencia que estudia los tipos o clases, la diferencia intuitiva y conceptual de las formas de modelo o de las formas básicas. La tipología se utiliza mucho en términos de estudios sistemáticos en diversos campos de estudio para definir diferentes categorías.

Es un término que puede abarcar varios campos, debido a que muchos campos de la ciencia y varias áreas de conocimiento requieren un método de categorización. La tipología puede estar relacionada con la tipografía, la teología, la arquitectura, la arqueología, la psicología, entre otros.

 En el contexto de las artes gráficas, la tipología se refiere al carácter tipográfico. Por lo tanto, la tipología se refiere al tipo o la forma de las letras que componen un texto. Puede referirse al tipo de letra utilizado para digitalizar un texto, por ejemplo: Times new roman, Comic sans, Verdana, Arial, etc.

En el ámbito de la arquitectura, la tipología es el estudio de los tipos elementales que pueden formar una norma que pertenece al lenguaje arquitectónico. Puede referirse al layout de una planta habitacional, por ejemplo, el número de dormitorios y baños que tiene, etc.

En arqueología, la tipología es un método científico que estudia los diversos utensilios y otros objetos (cerámica, piezas de metal, industrias líticas y de los huesos, etc.) encontrados en las excavaciones, agrupándolos y ordenándolos o clasificándolos en función de sus características cuantitativas (medidas) y cualitativas (morfología, materias primas, técnicas de fabricación, etc.), con vistas a su distribución en clases definidas por tipos de modelo.

La tipología es también una rama de la psicología, de forma similar a la psicología diferencial, que estudia la relación entre la estructura del cuerpo y el temperamento. Las tipologías más utilizadas son la de Kretschmer (1921), que estudia las correlaciones entre los tipos somáticos y las enfermedades mentales; la de Sheldon (1927), que distingue tres tipos de cuerpo; y la propuesta de clasificación realizada por el psicólogo Carl Gustav Jung basada en los arquetipos (imágenes ancestrales del «inconsciente colectivo» de toda la humanidad). En esta misma ciencia se usan diversos controles o test de personalidad, para clasificar las características emocionales, de pensamiento, y de conducta, propias de las personas, destacando, por ejemplo, el cuestionario 16PF de Raymond Cattell, o el Myers-Briggs Type Indicator.

La tipología del paisaje es el estudio del contexto de los factores naturales y económico-culturales que influyen en un paisaje, con el fin de clasificarlos de acuerdo al tipo. La unidad básica, no autónoma, de un prado articulado jerárquicamente es un ecotipo.

La tipología antropológica es la división de las culturas con base en sus rasgos distintivos. Es una disciplina en desuso, pues el paradigma científico ha quedado obsoleto frente a tendencias más modernas en antropología y arqueología.

La tipología lingüística es la clasificación de las lenguas teniendo en cuenta sus rasgos gramaticales (el orden de sujeto, verbo y objeto). Está muy relacionada con la tipología morfológica, empleada para clasificar las lenguas por los hermanos Friedrich y August von Schlegel.

En sociología, se han desarrollado los términos tipo normal, de Ferdinand Tönnies, y el tipo ideal, de Max Weber, uno de los ejemplos de tipo ideal son, autoridad, poder, feudalismo, ética protestante, etc.

En museología, la tipología de museos es la clasificación de los museos realizada por lo general atendiendo a sus colecciones.

La tipología bíblica es una teoría que dice que una persona, cosa o acontecimiento en el Antiguo Testamento tiene un significado simbólico, presagiando una realidad que se manifiesta en el Nuevo Testamento. Así, por ejemplo, Adán es figura de Cristo (el nuevo Adán), el diluvio representa el bautismo, el bautismo representa la muerte y la resurrección con Cristo de una nueva vida, el maná representa la Eucaristía, el cordero sin mancha del sacrificio judío representa a Cristo, etc.

La tipología textual o de texto se refiere a cómo se presenta un determinado texto. El aspecto tipológico de un texto se refiere al propósito para el cual el texto fue escrito. Por lo tanto, las diferentes tipologías de texto son: narrativa, ensayo, descripción, información y prescripción. A menudo, la tipología textual se confunde con el género textual. Un género textual es un ejemplo más específico de un modo discursivo, que tiene en sí mismo un aspecto tipológico. Algunos ejemplos de los géneros textuales son los anuncios, las crónicas, las editoriales, las instrucciones de uso, los cuentos, las cartas, etc.

TEORÍAS DE LA ARQUITECTURA. Percy Cayetano Acuña Vigil

TEORÍAS DE LA ARQUITECTURA.

Percy Cayetano Acuña Vigil: 1

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¿De qué trata la teoría de la arquitectura?

Concepto

El término «teoría», que proviene del griego τεορια: significa un sistema construido por el pensamiento, con el que se relacionan entre sí cosas en un sistema de principios y consecuencias, antecedentes y consecuencias, exento de contradicciones. Las teorías constituyen la trama interna de una ciencia. Se opone a la empíria, a la práctica; al conocimiento práctico que puede ser empírico.

La teoría proviene de hipótesis, comprobadas total o parcialmente y no de opiniones personales, subjetivas. Para que una teoría sea útil, deberá modificarse con el progreso de la ciencia, permaneciendo constantemente sometida a crítica de nuevos hechos y de nuevas relaciones comprobadas. En este sentido es que se habla de teorías, como explicaciones generales que disciplinen el pensamiento, tanto para la comprensión teórica como para la aplicación2.

El verbo griego θεωρέω significa mirar, observar, Los griegos llamaban θεωρόςal observador y la θεωρία, teoría, equivalía a contemplación, contemplatio. Platón empleo el término en este sentido y Aristóteles se refería a él como la actividad del primer motor.

En términos generales, una teoría es un conjunto de supuestos a partir de los cuales mediante ciertas reglas o razonamiento es posible deducir otros hechos. Martin Heidegger lo explica en su conferencia Ciencia y Meditación (Wissenschaft und Besinnung) 3. Una teoría científica es un sistema abstracto hipotético-deductivo que constituye una explicación o descripción científica a un conjunto relacionado de observaciones o experimentos.

Una teoría científica está basada en hipótesis o supuestos verificados por grupos de científicos individuales (en ocasiones un supuesto, no resulta directamente verificable pero sí la mayoría de sus consecuencias). Abarca en general varias leyes científicas, verificadas y frecuentemente deducibles de la propia teoría. Estas leyes pasan a formar parte de los supuestos e hipótesis básicas de la teoría que englobará los conocimientos aceptados por la comunidad científica del campo de investigación y está aceptada por la mayoría de especialistas. Las teorías no son experimentales directamente, ya que el propósito de la teoría es explicar las leyes4.

En este contexto la teoría de la arquitectura trata exclusivamente de las teorías estéticas 5 que se han formulado de ella. Como lo estético es el dominio de las puras apariencias, lo único que cuenta es la impresión que produce la arquitectura. No es su campo los medios con los cuales tales apariencias se consiguen, pues esto corresponde al campo de la teoría del diseño.

En tanto que derivada de la αἴσθησις, sensación, Kant llama estética trascendental a la ciencia de todos los principios a priori de la sensibilidad.

Usualmente en teoría de la arquitectura encontramos tres tipos de estudios:

  1. •Los estudios descriptivos tienen como objetivo el divulgar el actual (o el pasado) estado del objeto que en estudios arquitectónicos puede ser o un edificio o una clase o serie definida de edificios, así como los usuarios relacionados con estos edificios.

  2. •Los estudios explicativos intentan descubrir por qué cada edificio ha tomado la forma que tienen. Las razones se pueden tomar o del pasado o del contexto concurrente, o alternativamente de las intenciones del diseñador.

  3. •Los estudios normativos procuran precisar en qué aspectos podría ser mejorado el objeto del estudio, y el método de hacerlo. Cuando el resultado de estos estudios normativos es generalizable a objetos similares, se suele denominarlo teoría del diseño.

Las siguientes afirmaciones muestran que en la arquitectura, durante siglos, el objetivo más común ha sido el de tratar de dirigir el diseño posterior, con una perspectiva normativa.

«Porque yo vi que tú [César] has construido y ahora estás construyendo mucho, he redactado reglas definidas para hacer posible que tengas conocimiento personal de la calidad tanto de los edificios existentes como que los que todavía están por construir» (Vitruvio, Libro I, Prefacio)

«Me parecía cosa digna de un hombre, que debiera no sólo haber nacido para sí mismo, sino también para la utilidad de otros, publicar… estas reglas que he observado, y observo ahora, en edificación; … que uno pueda aprender a apartar los extraños abusos, las bárbaras invenciones, el gasto superfluo y (lo que es de mayor consecuencia) evitar las varias y continuas ruinas que han sido vistas en muchas obras» (Palladio, prefacio, 1570).

«Mi propósito es desarrollar el gusto de arquitectos y darles instrucciones seguras para trabajo y un método que garantice un resultado impecable» (Marc-Antoine Laugier, Essai sur l’architecture, xliii, 1753).

«Los arquitectos en todas partes han reconocido la necesidad de… una herramienta que pueda ser puesta en las manos de creadores de forma, con la simple intención… de hacer lo malo difícil y lo bueno fácil» (Le Corbusier, The Modulor, Prólogo a la 2ª ed.)

«Este lenguaje es extremadamente práctico. … Podemos usarlo para trabajar con nuestros vecinos, para mejorar nuestra ciudad y vecindad. Puede usarse para diseñar una casa para uno mismo, para nuestra familia; o para trabajar con otras personas en el diseño de una oficina o un taller o un edificio público, como una escuela.» (Alexander et al., A Pattern language).

En un momento de creciente relativización y aparente declive de las categorías heredadas así como de dispersa adecuación a los acontecimientos recientes resulta necesario y conceptualmente imperativo, cuestionarnos sobre el presente de la arquitectura y los límites de su discurso antes de que él mismo nos supere y nos devuelva a una situación de perpleja y pasiva expectación. Por otro lado asistimos igualmente a discursos arquitectónicos que, lejos de caer en la ruptura con la modernidad heredada, siguen confiando en los valores intrínsecos de nuestra disciplina, reformulando los valores de espacialidad y materialidad reclamando la vigencia de la modernidad6.

Con el siglo concluido, ocupado en construir y deconstruir la modernidad, consideramos se debe reflexionar sobre el estado de la teoría contemporánea superando lecturas superficiales para ahondar en las relaciones entre teoría y realidad construida revisando la crítica reciente. Es en este sentido y en este contexto que vamos a revisar el panorama de la teoría de la arquitectura a fin de proporcionar un referente de estudio.

De acuerdo con Beardsley y Hospers7 vamos a emplear un esquema histórico para presentar la información.

El Corpus Clásico.

La Edad Media: la teoría de la interpretación

El Renacimiento: León Battista Alberti

La Ilustración: El Racionalismo cartesiano: El Empirismo.

El Idealismo kantiano

El Romanticismo

El Realismo

El contexto contemporáneo.

1. El corpus clásico.

Platón es considerado como el fundador de la estética8. Algunos de los planteamientos modernos sobre las dimensiones ética, social y política del arte tienen su fundamento en los principios platónicos sobre la belleza y, más concretamente, en el concepto de «armonía». Esta noción -fecunda en el pensamiento presocrático, consagrada por Pitágoras y núcleo de la teoría medieval de la ornamentación- la constituyó Platón (427-347) en principio universal de valor absoluto y trascendente, ha tenido una aplicación muy directa en la creación y en la crítica a lo largo de toda la tradición occidental y, aún hoy día, sigue influyendo en muchos juicios valorativos. Según Platón, la belleza se identifica con la bondad y con el bien, y la armonía es una ley ontológica que abarca la praxis humana en todos sus aspectos:

«…l hombre que armonice las bellas cualidades de su alma con los bellos rasgos de su apariencia exterior, de tal manera que éstos estén adaptados a las cualidades […], constituye el espectáculo más bello que puede admirarse»9. En Platón, por lo tanto, la Ética no se diferencia fundamentalmente de la Estética y coincide con lo que Sócrates afirma en el Teages:

«Yo sólo sé una exigua disciplina de amor» (Véase también Hippias, Filebo, Fedro, y El Banquete)10.

Según Platón la arquitectura no es una apariencia de las cosas, sino la cosa misma. Esto es consecuencia de su teoría de la imitación, según la cual todas las artes son imitativas, salvo la arquitectura. Postula que la arquitectura procede con gran exactitud, y precisión técnica y que constituye un arte pedagógico, y que este arte pertenece a las artes de la vista.

Aristóteles se ocupa poco de la arquitectura, pero hablando de la esencia del arte en la Moral a Nicomaco11 dice: «Como existe un arte y tomemos por ejemplo el arte especial de la arquitectura, y que este arte es resultado de una facultad de producción, de un cierto genero esclarecedor por la razón…El arte es pues cierta facultad de producción dirigida por la razón verdadera.» Habla también del orden, de la simetría y de la determinación en su Metafísica, y dice en su Poética que «lo bello consiste en el orden y en la grandeza.» Plotino12 (v. 204-270) -quien también identifica lo bello con el bien y con el ser, y juzga que la belleza inmaterial posee superioridad sobre la material. Considera que la belleza reside en la unidad de la forma que impone la armonía a la variedad de los elementos, y que la variedad armoniosa constituye el orden. Plotino, además, entiende que los objetos son bellos por su analogía con las cualidades de nuestra alma.

Se pregunta cómo lo que es corporal puede tener relación con el alma y cómo puede el arquitecto juzgar bello un edificio comparándolo con la idea que tiene de el:

«Esto no es porque el objeto exterior, abstracción hecha de las piedras, no sea otra cosa que la forma interior, dividida sin duda en la extensión de la materia, pero siempre una, manifestándose múltiple.» De este modo confirma la estética de contenido, debido a que la «forma interior» es la idea arquitectónica, de la cual el exterior no es más que la expresión sensible. «Lo bello, dice, no reposa en la materia sino en la idea según la cual esta formada«

Estos tres pensadores de la antigüedad testimonian su escaso interés por la estética de la arquitectura. El tratado de Vitruvio13 es la única obra que ha quedado de esta época clásica de la arquitectura. Vitruvio como fundador de la estética de la arquitectura, en sus diez libros de la arquitectura, hace una propuesta de división en la cual se refiere a la teoría y a la práctica indicando que solo en conjunto cobran autoritas.

En su segunda división se refiere a dos conceptos fundamentales de la arquitectura: el concepto de «la cosa que es significada» y el concepto de «la cosa que significa«, en su explicación enumera todos los conocimientos necesarios a un arquitecto para cumplir con sus fines.

Propone también una división especial relativa a la estética de la arquitectura en la cual establece seis categorías: la ordenación, la disposición, la euritmia, la simetría, el decoro y la distribución. Con estas categorías representa toda su estética.

Marcus Vitruvius Pollion, el autor de la investigación más antigua sobre arquitectura que ha llegado a nuestros días, trabajó durante el reinado del emperador Augusto. Escribió un extenso sumario de toda la teoría sobre la construcción que había sido escrita hasta el momento: Los diez libros de la arquitectura. Tenía un profundo conocimiento de los escritos anteriores griegos y romanos que hoy se han perdido. Hay una lista de estas obras en la introducción del libro VII; la mayor parte de ellas describían un templo. Dos de los escritos eran sobre proporciones, y nada menos que nueve hablaban de las «leyes de la simetría», que en terminología moderna significa en su mayor parte los sistemas de medición de módulos.

El libro de Vitruvio consiste casi sólo en teoría normativa de la investigación. Sus reglas están habitualmente basadas en puntos prácticos o razonamiento; a veces también las motivaba diciendo que esto siempre se había hecho, esto es, con la tradición histórica.

Vitruvio trata no sólo un tema sino varias finalidades prácticas de la construcción, cada una de ellas en un capítulo separado del libro. El tratado puede verse como una colección de teorías temáticas paralelas del diseño. Vitruvio no da métodos para combinarlas en una síntesis, solamente presenta una clasificación de todo el conjunto de requisitos para construcciones:

Esto quedó como un modelo para casi toda la investigación posterior de la arquitectura: en este trabajo los edificios se investigan en su mayor parte como combinaciones de características, más que como entidades holísticas. Con el correr del tiempo, una teoría particular, más bien independiente, se desarrolló para cada grupo de características.

Las reglas de la forma estética de Vitruvio influenciaron en gran medida a todos los escritores posteriores. Están basadas sobre las tradiciones de arquitectura griegas y también sobre las enseñanzas de Pitágoras (ca. 532 a.C.), de acuerdo con las cuales la armonía es creada aplicando las proporciones de los números enteros. Esto estaba basado en observaciones anteriores de las cuerdas afinadas de los instrumentos y también sobre las proporciones del cuerpo humano; y ahora Vitruvio quería aplicar las mismas proporciones también a la arquitectura. El criterio supremo era, sin embargo, la estima en que el público tenía a la obra. Un edificio era bello si su apariencia era agradable, estaba en concordancia con el buen gusto y sus partes siguen las proporciones (lat. proportio) y la » simetría» de medidas.

2. La Edad Media.

  1. •durabilidad (firmitas)

  2. •utilidad o «conveniencia» (utilitas)

  3. •agradabilidad (venustas).

En la edad media se encuentra en San Agustín algunas ideas que se refieren a la estética de la arquitectura14. El principio fundamental de la estética de San Agustín es la unidad en la variedad, que seria la única razón de la arquitectura.

Los autores de la Edad media descubrieron sus principales definiciones estéticas en cuatro diferentes tipos de textos: la Biblia, las obras filosóficas, los manuales técnicos de la música, de la pintura, de la retórica, de métrica, y de los propios Padres. En el plano de la estética y de la filosofía del arte, por regla general, han expresado piniones populares y universalmente difundidas. Razón por la cual la Edad Media no aporta definiciones nuevas y originales: los medievales no pretenden descubrirlas ni defenderlas, simplemente se dan por satisfechos con lo que encuentran en los textos antiguos, pues, en su opinión, éstos no sólo transmiten el pensamiento de los Antiguos, sino que son la evidencia misma del sentido común que es también buen sentido15.

La lectura de los Padres y de los autores medievales demuestra que acudieron frecuentemente a los textos estéticos de las Escrituras. Su concepto de la belleza provenía del Cantar de los Cantares, los Salmos y los Profetas. Todos los elementos de la estética medieval están comprendidos en los pasajes de estos textos: el color y la forma, la luz y la apariencia exterior, la belleza interna y la gracia del cuerpo. Cualidades que evocan la Transfiguración de Cristo en el monte Tabor o la iluminación de Moisés al descender del monte Sinaí. También es preciso señalar los numerosos textos, comentados por los Padres y por los Escolásticos, relativos al arte, buscando en la interpretación mística de las Escrituras la forma de motivar su rigor estético. La creación del hombre pone los cimientos del simbolismo estético:

Hagamos el hombre a nuestra imagen y semejanza16. La Edad Media no cesará de repetir que toda forma es bella en la medida que manifiesta alguna similitud con la belleza divina.

El origen filosófico del simbolismo medieval es indiscutiblemente el neoplatonismo, que a su vez deriva del divino Platón. La estética platoniana incluye una estética del número, una estética de la luz y una estética del símbolo. La Edad Media asimila las tres estéticas, aunque no lo hace al mismo tiempo ni en la misma medida. Para Platón la belleza sensible es un reflejo de la Belleza en sí, infinita, esencial, completamente pura.

El mundo medieval está hecho a la imagen de Dios, el hombre a la imagen del mundo. La mayoría de los autores medievales no desarrollan este simbolismo en sus mínimos detalles; se dan por satisfechos con consideraciones generales. Es lo que hacen San Agustín en todos sus escritos; Boecio, que celebra la belleza divina; San Isidoro, que, en términos modernos, admira Agustín y Gregorio Magno el Infinito inmanente a lo limitado.

El simbolismo de lo Inexpresable plasmándose en límites concretos es auténticamente plotiniano, cuyas teorías les llega a los medievales a través de las traducciones de Hilduino y de Escoto (siglo IX). San Basilio, San Ambrosio, San Agustín y sus compiladores son otra fuente de neoplatonismo. Calcidio, Macrobio, Apuleyo, Capella, añaden su influencia a la de los autores precedentes.

Los medievales encuentran la definición literaria de la alegoría en los manuales de retórica. Se trata de una práctica que se remonta a la antigüedad griega. Los alejandrinos descubrieron en la «Iliada» una extensa alegoría. Continuaron la tradición los retóricos de la época posterior: en el siglo V, Sin embargo, es más que probable que durante la Edad Media fueran los escritores sagrados los que impusieran su interpretación alegórica de la Biblia y de la Naturaleza exponiendo la teoría de la envoltura del pensamiento en «integumentos» alegóricos, aplicando a las Sagradas Escrituras la interpretación alegórica17.

Las definiciones formales de lo bello se compendian en la bien conocida fórmula de la belleza humana

Toda belleza es la armonía de las partes con cierta suavidad de color18.

De Bruyne señala que probablemente el origen de esta definición procede de conceptos populares muy antiguos relativos a la pintura y escultura: toda forma plástica es bella a causa de su forma y su color, «figura et colore».El autor explica que tal es, el origen de una doble corriente en la teoría de la belleza humana tal y como se desarrolla durante el período postaristotélico. Afirma que no se habla en el Canon sino de

las categorías de la belleza, y que en los tópicos Aristóteles destaca exclusivamente la simetría:

La belleza parece ser cierta proporción de los miembros, y,

que Crisipo se expresa de igual forma y que Cicerón hace lo mismo en numerosas ocasiones. La belleza del cuerpo con la armoniosa composición de sus miembros atrae nuestras miradas19. Señala que en el gran orador romano la belleza puramente escultural aparece ya complementada por calidades del color: Se llama belleza corporal a una forma proporcionada de los miembros unida acierta suavidad de color. De Bruyne indica que lo más probable es que los medievales descubrieran la célebre fórmula en Cicerón y en los Padres antes de interpretarla a su manera. Pues no hay que olvidar que la apta compositio se transforma en ellos en elegantia, gartia, venustas, en tanto que la «suavidad de los colores» sustituye la brillantez o el esplendor.

Explica que la Edad media no se atuvo a la definición y que se buscó las razones por las que las líneas y los colores se consideran bellos, señalando que para algunos pensadores la hermosa encarnación del hombrees de naturaleza fisiológica, y que para los medievales esta belleza de la piel deriva de su apariencia superficial de una armonía más profunda, la de la salud de la sangre, pues hay tres etapas en la armonía humana: la más profunda consiste en la proporción justa de elementos y de humores, la siguiente radica en las proporciones del esqueleto, de los músculos y de los tendones, la última en el ritmo aparente de los miembros visibles. Este concepto que se repite en todos los tratados de carácter médico que hablan de las relaciones entre el carácter y la estructura del cuerpo; en los que se insiste particularmente en la justa medida, el equilibrio perfecto, la dosificación adecuada20.

Para De Bruyne la concepción de la belleza como punto de equilibrio entre dos extremos posiblemente se define bajo la influencia del ideal aristotélico de la virtud, si bien es cierto que, muy pronto, la idea de equilibrio jugó uno de los papeles más importantes entre los pitagóricos. Señala que en la más antigua música los ritmos del cuerpo ya influyen sobre los ritmos del alma y, a la inversa, los movimientos del corazón se ponen de manifiesto en los movimientos y las actitudes del cuerpo.

Señala que la «medida» en las líneas, su belleza, se rige por la symmetria o la compositio, por el número, y que para el arte medieval nada causa más placer que la belleza, y en la belleza las formas, y en las formas las medidas y en las medidas los números. La belleza del color es fundamental, junto con la del fuego y de la luz: es el calor vital que determina la belleza de la carnación; es la luz cósmica que brilla con infinitos matices, en todo aquello que resplandece y hace surgir la belleza. Explica De Bruyne que la doctrina de la proporción es de origen pitagórico. Ya un fragmento pitagórico nos dice que el orden y la proporción son bellos y útiles21. En su forma inicial, la estética de la proporción definía la belleza como una relación sumamente simple, clara y neta, matemáticamente expresable mediante los primeros números naturales. En su forma más evolucionada, equipara la belleza a la igualdad perfecta, a la identidad, a la unidad, lo mismo que reduce los números a la mónada 22.

En el arte de los antiguos, según De Bruyne, las proporciones juegan un papel importante, por ejemplo en la arquitectura ideal (Arquidamante), en la escultura ideal según Policleto 23, en la música ideal (Pitágoras). Platón las trata especialmente en el Timeo, en forma filosófica, estética y matemática. Conocemos que, los medievales entran en contacto con la filosofía de la proporción a través de los comentarios de Calcidio24, en los cuales se resume toda una tradición en la que los elementos matemáticos se amalgaman con las especulaciones filosóficas sobre las correlaciones, las aplicaciones astrológicas y mágicas, las interpretaciones alegóricas, etc., en las que interpretan los papeles principales, las diferentes corrientes filosóficas griegas.

La fuente principal de la estética de la proporción se encuentra en los tratados técnicos transmitidos por Boecio25. Difícilmente se podría sobrevalorar la importancia histórica de tales manuales para la visión medieval del mundo.

Realmente constituyen la base de la concepción musical del Universo y de una psicología estética a la que es posible seguir las huellas hasta el siglo XII e incluso hasta el XIII. El autor señala que la teoría general de la proporción toma en el siglo XIII un giro cada vez más cualitativo y metafísico. Pero mucho tiempo antes de esta época los espíritus se sintieron invadidos por una grandiosa concepción musical del universo. Menciona a Otloh de Saint-Emeran26, quien creía que la armonía es una propiedad trascendental de las cosas, tanto del orden sobrenatural como del mundo visible.

De Bruyne señala que la estética de las proporciones precede en la Edad Media, exactamente igual que en la antigüedad, a la de la luz y el color. Sin duda, la Edad Media contaba desde sus orígenes con diversas estimaciones sobre el carácter estético de la luz espiritual o visible. Pero hasta el siglo XIII, tras haber estudiado los tratados de Alhacén sobre la óptica y la perspectiva, la teoría de la luz no se transforma en un sistema general del universo. Sólo entonces, indica que se presta una renovada atención a las observaciones plotinianas que habían pasado inadvertidas hasta entonces27.

Explica que la metafísica de la luz no se hace explícita hasta Plotino, y que es posible que a ello contribuyera el culto solar de los egipcios y los textos caldaicos, señalando que el simbolismo de la luz adquiere una significación fundamental en los neopitagóricos y los gnósticos, transmitiéndose la admiración neoplatónica por la luz a Escoto Erígena quien, a su vez, influencia a sus discípulos.

De Bruyne señala la identificación, en el mundo medieval, de la luz y de la Verdad- a través del Evangelio, así como la del Intelecto eterno, con el sol, que da a las formas primordiales una claridad absoluta e imposible de oscurecer. Recuerda la comparación de Cristo con el día y aquella que representa la felicidad celestial como un océano de claridad, y que en el mundo sensible la luz es la sustancia misma de los colores y la condición externa de su visibilidad, y es, por tanto, la causa formal y eficiente de la belleza sensible.28

Los árabes son otra fuente de la estética de la luz y del color. Jedizismo y masdakismo29 son filosofías explícitas de la luz; la física de Alhacén30 es una ciencia de la luz que ejerció una considerable influencia en el siglo XIII. En efecto, Alhacén sienta las bases para un estudio científico de los fenómenos luminosos que se aúna al estudio de los números y de los símbolos. Estudio que, lo mismo que la psicología de las percepciones visuales, se impuso a los sabios y, lentamente, a los artistas. La influencia de Alhacén explica el éxito posterior de la metafísica de la luz.

Los Antiguos habitualmente vinculaban los sentidos superiores a los placeres estéticos, aunque en relación a esto no podemos pasar por alto las importantes observaciones de Aristóteles acerca del carácter «puro» de determinadas sensaciones inferiores del olfato, del gusto e incluso del tacto. Platón correlaciona la belleza con la visión y el oído en el Hippias mayor31 y en el Gorgias32. Aristóteles, por regla general, hace suya esta opinión popular: Es bello aquello que agrada a la vista y al oído.

Paralelamente a esta corriente De Bruyne señala que se desarrolla otra teoría, expuesta por Casidoro33, que incluye sin excepción todas las sensaciones para gozar de la belleza globalmente, y que sólo en el siglo XIII, probablemente debido a la influencia aristotélica, la oposición de los sentidos inferiores a los sentidos superiores conquista definitivamente derecho de ciudadanía.

Mientras tanto, la psicología de las percepciones estéticas se nutre de una doble fuente: una es musical, «la que nos seduce por el número«; la otra es plástica y queda resumida en la fórmula «lo que nos agrada a la vista«. Aquí confluyen los textos bíblicos con una tradición popular y clásica cuyas huellas encontramos en Boecio y Casiodoro. Los escritos árabes no harán sino confirmar esta tradición profana.

El autor señala que en general en el medioevo34 se hace referencia a la belleza femenina destacando el movimiento, la vitalidad y la gracia…, junto con ello, el color, implícitamente referido al «cabello» y a la «boquilla», y expresamente mencionado para señalar la luminosidad que irradia a toda la figura, y que encontramos referencia a la belleza, relacionada «casi siempre a las sensaciones de la luz y del brillo o a la sensación de un movimiento vivo» a la totalidad de la apariencia luminosa y dinámica se le agrega la disposición proporcionada de sus miembros.

Indica que Santo Tomás de Aquino hace suyo este rasgo de belleza cuando anota que «se llama hermoso aquello cuya vista agrada y por esto la belleza consiste en la debida proporción, ya que los sentidos se deleitan en las cosas debidamente proporcionadas«, y no obstante la conformidad de este catálogo de belleza con el canon occidental, se observa que muchos rasgos se comparten con la cultura árabe y que no pocos parecen proceder tan sólo de ella. Explica que no cabe duda que el Medioevo tuvo, sin perjuicio de su concepción metafísica de la belleza, un vivo interés por la realidad, incluido aquél de su percepción y gozo bajo el punto de vista estético. Indica que Umberto Eco, señala, por eso, que «más allá de la discusión sobre la esencia de la belleza, la Edad Media está llena de exclamaciones admirativas«.

Como ejemplo para esta receptividad del hombre por la hermosura en su entorno real, recuerda el tratamiento del tema de la belleza en la mujer, y a propósito de ello, los comentarios de los escolásticos al Cantar de los cantares. Es así que encuentra referencias sobre las condiciones que deben cumplir los elementos para que aparezcan atractivos al observador, coincidiendo en su ideal de hermosura con las representaciones que aparecen en las miniaturas medievales. La presentación de lo femenino, según De Bruyne, es concebida a partir de la admiración que producen la armonía, la luz y la perfección, y señala que esto no debe sorprender, puesto que en la Edad Media, como lo testimonia Santo Tomás en la Suma Teológica, «para que haya belleza se requieren tres condiciones: primero la integridad o perfección: lo inacabado es por ello feo; segundo, la debida proporción y armonía y, por último, la claridad, y así lo que tiene un color nítido se le llama bello«35.

La mayor parte de los documentos que quedan de la Edad Media tienen que ver con la institución monástica. Los conventos erigían un gran número de edificios. Sin embargo, sus archivos contienen sorprendentemente pocas descripciones de edificios o proyectos. Hay numerosos contratos de construcción, pero normalmente el edificio sólo se define declarando su tamaño y que debe ser hecho «de acuerdo con el modelo tradicional». En conjunto, había poco interés en los valores mundanos como las cualidades de la arquitectura. Afortunadamente, las bibliotecas de los monasterios preservaron al menos algunos fragmentos de la teoría arquitectónica de la antigüedad.

La práctica de la arquitectura estaba, antes que nada, basada en la tradición que se remonta a la Antigüedad y, partiendo de esta tradición, tanto el estilo románico de construcción como el gótico se desarrollaron durante siglos, presumiblemente con poca o con ninguna investigación literaria. Las únicas presentaciones documentadas que han llegado hasta nuestros días son el «libro de bocetos» de Villard de Honnecourt del 1235 y el «Opúsculo sobre la correcta forma de hacer pináculos» (Büchlein von der Fialen Gerechtigkeit,).

Cuando el conocimiento del latín e incluso de la lectura se degradó, la importancia del conocimiento tradicional en la construcción creció. El conocimiento tradicional se aprendía haciendo, bajo la guía de viejos maestros, y probablemente no estaba escrito en parte alguna. Pero la tradición podía ser bastante vinculante y precisa en los cerrados gremios de constructores. También se hizo bastante homogénea a través de Europa porque los constructores según parece se desplazaban de ciudad en ciudad, dependiendo de donde estuvieran las obras.

Desde el comienzo del siglo XIII, los artesanos del ramo de la construcción comenzaron a formar gremios. Estos gremios probablemente reunían un gran número de información tradicional relativa a la construcción, pero parece haber permanecido como secreto profesional de los gremios y los maestros, y estos preferían no publicarla.


1 Catedrático Principal de la Universidad Nacional de Ingeniería. Doctorando en Filosofía. UNMSM. Magíster en Ciencias. Arquitecto,  Diplomado en Planeamiento Urbano y Regional en Edimburgo, UK. Consultor en Planeamiento y Urbanismo.

2 NORBERG-SCHULZ, Christian, Intenciones en Arquitectura. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1ª. edición 1979, colecc. «Arquitectura /Perspectivas», 2ª. Edición 1998, colecc. «GG Reprints» El tema abordado como motivo central del libro, «

Hacia una teoría integrada de la arquitectura«, parte de identificar los problemas concretos que encuentra el arquitecto en su ejercicio profesional, precisamente por la carencia de una visión teórica adecuada para poder describir y explicar la arquitectura. En su planteamiento, Norberg-Schulz establece así las cuestiones básicas por resolver:

«Podemos decir que la arquitectura es un producto humano cuya misión debería ser ordenar y mejorar nuestras relaciones con el entorno. Consecuentemente, es necesario investigar cómo surgen los productos del hombre. De ahí que preguntemos: ¿cuál es el propósito de la arquitectura como tal producto del hombre?»; «La vida consta de actividades cambiantes que exigen entornos cambiantes, y por lo tanto, el ambiente se nos aparecerá de diferente manera dependiendo de nuestra condición inmediata. Para tener en cuenta esta relación relativa y variable entre el hombre y el ambiente, es necesario hacer hincapié en la pregunta: ¿qué influencia tiene en nosotros la arquitectura (el ambiente)?»; «Para fundamentar mejor las preguntas sobre los fines y los efectos de la arquitectura, es necesario preguntar si deben relacionarse formas específicas con funciones específicas ¿Por qué un edificio de determinado período tiene una forma determinada?»;»Para esclarecer por qué un edificio tiene una determinada imagen, deberíamos describirlo primero de forma precisa e ilustrativa»;»Así, tenemos que desarrollar un esquema conceptual que nos permita contestar a la pregunta: ¿qué significa forma arquitectónica?; «El conjunto de estas preguntas abarca todos los aspectos de la arquitectura como producto del hombre. La teoría quedará completa si conseguimos contestarlas con éxito.»

En esta investigación se hace evidente la forma de problematizar el enfoque con el cual se construye la ruta de estudio, así como el hilo conductor de las respuestas. El autor muestra así cómo se construye el conocimiento. Resulta, por tanto, más importante saber cómo se ha producido, que la cantidad real de saber que nos aporta. En ello, una distinción que vale la pena destacar, es el no confundir la teoría de la arquitectura con una teoría sobre cómo se experimenta la arquitectura.

«La teoría de la arquitectura – dice el autor – debería hacer un balance de las dimensiones características de los tipos de edificación así como de las estructuras formales y de la totalidad arquitectónica.»; «Mientras que la investigación teórica debe descubrir las posibles dimensiones de la obra arquitectónica, la experiencia inmediata debería captarla como una totalidad , como un objeto intermediario«. Para el autor la teoría se construye al explicar el cometido del edificio, la forma, la técnica, la semántica, y finalmente, al integrar la idea de la totalidad arquitectónica.

A través de la teoría, se haría un balance de la arquitectura como objeto, pero no se explicarían la experiencia de la arquitectura, la producción arquitectónica, la crítica y la investigación histórica. Estos cuatro aspectos no están comprendidos en el contenido de la teoría pero constituyen sus aplicaciones más importantes. En esta panorámica se desarrolla el contenido del libro, analizando primero los fundamentos, a continuación los contenidos propios de la teoría, y finalmente, sus aplicaciones.

3 HEIDEGGER M. Ciencia y Meditación. En Filosofía, ciencia y técnica. 4ª edición. Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1997.

4 STEGMÜLLER, Wolfgang. Probleme und Resultate der Wissenschaftstheorie und Analytishen Philosophie, 4 vols. 1969. Trad. Teoría y Experiencia. C. U. Moulines. Ariel. Barcelona. 1979. Aquí el autor hace una exposición global de la formación de conceptos y teorías científicas, haciendo referencia a los aportes de Hempel, Carnap, Reichembach, Nagel, Craig, y Rampsey,

5 El termino estética proviene del griego αἰσθητικήy fue establecido por el filosofo Alexander Gottlieb Baumgarten en 1735 para significar «la ciencia del conocimiento de las cosas por medio de los sentidos«. Los «estándares del gusto» y «la valoración del gusto» significaban lo mismo en ingles de acuerdo a lo establecido por David Hume antes de la introducción del termino «aesthetica«.

6 TATARKIEWICZ, Władysław, History of Aesthetics, 3 vols. (1–2, 1970; 3, 1974), The Hague, Mouton.

—A History of Six Ideas: an Essay in Aesthetics, The Hague, Martinus Nijhoff, 1980.

CROCE, Benedetto , Aesthetic as Science of Expression and General Linguistic, 1902

SANTAYANA, George, The Sense of Beauty. Being the Outlines of Aesthetic Theory. (1896) New York, Modern Library, 1955.

HUME, David, «Of the Standard of Taste». In David Hume: Essays Moral Political and Literary. Indianapolis, Literary Classics 5, 1987.

7 BEARDSLEY, Monroe, C. & Hospers, John: 1981. Estética, Historia y Fundamentos. Ed. Cátedra, Madrid, pp. 174

8 PLATO. Phaedrus. Trad. W. C. Helmhold y W. G. Rabinowitz. Indianapolis: Bobbs-Merrill, 1956.* – – -.

Phaedrus. (Penguin 60s. Classics). Harmondsworth: Penguin.

– – -. Fedro, o de la belleza. Trad. María Araujo. Introd. Antonio Rodríguez Huéscar. En Obras completas. Madrid: Aguilar, 1977.* – – -.

Fedro, o de la belleza. Trad. María Araujo. Introd. Antonio Rodríguez Huéscar. Madrid: Aguilar, 1989.*

– – -. Sophist: Part II of The Being of the Beautiful Ed. y trad. Seth Bernardete. Chicago: U of Chicago P, 1986.*

9  PLATON. Republica. 402d

10 CORNFORD, F. M. La teoría platónica del conocimiento. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica, 1982. Útil análisis de la teoría de las ideas de Platón, con especial atención a su epistemología. El quinto cuatrilogio comprende al

Teages o De la Filosofía: diálogo institutivo. Al Cármides o De la templanza: tentativo. Al Laques o Del valor: institutivo. Y al Lisis o De la amistad: también institutivo.

11 Ética a Nicómaco, obra escrita por Aristóteles en el siglo IV a.C. Dedicada a su hijo, Nicómaco, consta de diez libros y su contenido versa sobre la felicidad. Está considerada una de las dos obras fundamentales en que posteriormente se basó la ética occidental, siendo la otra el mensaje bíblico judeocristiano.

12 PLOTINUS. Du Beau: Ennéades I, 6 et V, 8. Ed. y trad. Paul Mathias. Paris: Presses Pocket, 1991.

PORFIRIO/PLOTINO, Vida de Plotino/Enéadas: libros I y II, Editorial Gredos: Madrid, 1992. PLOTINO,

Enéadas: libros III y IV, Editorial Gredos: Madrid, 1985.

PLOTINO, Enéadas: libros V y VI, Editorial Gredos: Madrid, 1998.

13 VITRUVIO:

Los Diez Libros de Arquitectura: Escrito en medio de la euforia constructiva que caracterizó el principado de Augusto (hacia el 27 a.C.), De Architectura constituye la «summa» de la arquitectura y la urbanística grecorromanas. Su eminente magisterio fue reconocido hasta bien entrado el siglo XIX. Marco Vitruvio Polión trabajó como arquitecto durante los reinados de César y Augusto; de su actividad constructiva sólo se conoce la que él mismo menciona en su libro: el templo de Fortuna en Fano. Continuador de la tradición teórica de Hermógenes e Hipódamo, los dos grandes arquitectos helenísticos, Vitruvio sistematizó en su tratado todo el saber arquitectónico de la antigüedad clásica, incluyendo en sus Diez libros todos los «loci» de la materia, desde los diversos tipos de edificios y el uso de los tres órdenes hasta la configuración de suelos y estucos, pasando por la construcción de clepsidras e ingenios militares.

14 SAN AGUSTÍN en Oxford (6°). XIII Congreso Internacional de Estudios Patrísticos Congreso Internacional de Estudios Patrísticos No13, Oxford, 2003, vol. 48, no 188-91, pp. 9-17 [9 page(s) (article)]. La estética del orden según san Agustín.

15 BRUYNE, E. de, La estética de la Edad Media, Madrid, Visor, Madrid. 1987-1994. Edgard de Bruyne (1898-1959), de formación tomista, ha escrito algunas de las obras fundamentales de la historia de la estética y la retórica del arte, como su monumental Historia de la estética en cinco volúmenes (1950-1955). Es conocido por sus Estudios de estética medieval, en tres volúmenes (1946). 16 Gen. I, 26.

17 BRUYNE, Edgar de: op. Cit. p25

18 Tomado de CROMBIE A.C. Historia de la Ciencia: De San Agustín a Galileo. Tomo I: Siglos V – VIII, Tomo II: Siglos XIII – XVII. Alianza Editorial. Madrid, 1993. S. Agustín, Ep. 3. P.L. 33,65.

19 BRUYNE, Edgar de: op. Cit. p.26

20 BRUYNE, Edgar de: op. Cit. p. 27

21 Diels, 5ª. Ed. I, 469.

22 La Monadología (1714) es una de las obras que mejor resume la filosofía de Gottfried Leibniz. Escrita hacia el final de su vida para sustentar una metafísica de las sustancias simples, la Monadología, trata, por lo tanto, de átomos formales que no son físicos, sino metafísicos. Término atribuido originariamente a Platón en Filebo, V 15 b aplicado a las Ideas, y posteriormente por Jordán Bruno, Van Helmont y Enrique More para referirse a los elementos físicos o psíquicos simples que componen el universo. Guillermo Lebniz lo utilizó como principio de su filosofía, como sustancia simple dotada de percepción y apercepción,

23 El célebre canon de Policleto es la plasmación práctica de los principios teóricos formulados por el gran maestro de Argos en un libro desgraciadamente perdido, llamado precisamente «Kanon». Se suele repetir con razón que el Doríforo da forma a la máxima aspiración de los escultores griegos, que era la perfecta proporción dentro de un ideal naturalista. Policleto es famoso por dar a las esculturas la necesaria vitalidad que otras culturas no lograban representar. Su forma de particionar el cuerpo humano no ha sido superada por un mejor método moderno. Se toma la figura humana mirando su frente. Su método consiste en partir en cuatro la figura humana: una caída vertical que dividiera el cuerpo en dos mitades simétricas. Una transversal que dividiera el cuerpo a la altura de la cadera. Los cuatro sectores se denominan 1,2,3,4 partiendo a la izquierda superior y rotando en el sentido horario. Los pares formados (1,3 y 2,4) debían ser desiguales: si el lado 1 estaba relajado (mano, brazo y hombro caído) el lado opuesto debe estar flexionado (3) y convenientemente repartido el peso: pierna y pie flexionado. Lo mismo ocurre con el otro par: si uno está flexionado, el otro está recto, y viceversa. Los dibujantes que se basan en un muñeco de madera articulado lo usan para las posturas de sus personajes. Si uno se fija bien en las esculturas griegas y romanas clásicas, siempre se encontrará esta regla.

24 (aprox. 350) cristiano platónico, comentarista de las obras de Platón, fue especialmente influyente en la Edad Media su comentario al Timeo, dedicado al obispo de Córdoba.

25 Fue, para la escolástica medieval, por sus traducciones, comentarios y escritos, la principal autoridad en Lógica de la Edad Media hasta que en el siglo XIII fue traducido al latín y comentado directamente el Organon completo de Aristóteles.

26 Filósofo alemán. Monje (1032) del convento que le da nombre, en Ratisbona, y de Fulda, fue también poeta e historiador. Es famosa su autobiografía Liber de temptationibus suis et scriptis.

27 BRUYNE, Edgar de: op. Cit. p. 33

28 BRUYNE, Edgar de: op. Cit. p. 34

29 En el imperio Persa en el año 467 durante una larga etapa de inestabilidad en la que el rey sasánida no pudo sentirse nunca seguro en el trono, apareció un oscuro personaje venido, parece ser, del zoroastrismo, quien asumió la figura del profeta revelado que venia a acabar con los males de la tierra. Se llamaba Mazdak, y su doctrina, profundamente revolucionaria, vino a denominarse Mazdakismo.

30 Abu Ali al-Hasan ibn al Hasan ibn al-Haytam, más conocido en occidente como Alhacen, vivió aproximadamente entre los años 965 y 1039 y formó parte del grupo de científicos del Cairo, aunque nació en Basra, Persia. Fue uno de los primeros matemáticos árabes que abordó con éxito ecuaciones de grado superior al segundo, al resolver geométricamente una de tercero que, más de mil doscientos años antes, había planteado Arquímedes en su obra Sobre la esfera y el cilindro. Escribió, entre otros trabajos , dos libros sobre óptica geométrica titulados < tesoros de la óptica>, que denotan un profundo conocimiento de la materia.

31 El Hipias mayor, también conocido como ¿Qué es lo bello? (en griego: ΙππίαςΜείζων) es un diálogo de Platón. Pertenece a la serie de los «Primeros Diálogos», escritos en la época en que el autor era aún joven. 390 adC.[1] Se llama así debido a que hay dos diálogos con el mismo nombre, siendo el otro, el Hipias menor, considerablemente más breve que el anterior. Plato in Twelve Volumes, Vol. 9 Hippias Major traducido por W.R.M. Lamb. Cambridge, MA, Prensa de la Universidad de Harvard; Londres, William Heinemann Ltd. 1925 (284b); adaptación electrónica en línea en el Perseus Project accedido en junio de 2006.

32 GORGIAS. «Encomium of Helen.» The Norton Anthology of Theory and Criticism. Eds. Vincent B. Leitch, et al. New York: W.W. Norton & Company, 2001. 30-33.

MC. COMISKEY, Bruce. Gorgias and the New Sophistic Rhetoric. Carbondale and Edwardsville: Southern Illinois University Press, 2001.

PLATO. Gorgias. Trad. Robin Waterfield. Oxford University Press, 1994.

WARDY, Robert. The Birth of Rhetoric: Gorgias, Plato and Their Successors. New York: Routledge, 1996.

33 Flavio Magno Aurelio Casiodoro (aprox. 490-570) discípulo de Boecio. Su principal esfuerzo estuvo centrado en la compatibilización de los conceptos que provenían de la antigüedad con la teología cristiana. Sus obras más importantes son: Institutiones theologiae y Liber de anima.

34 CASTRO, Américo. 1952. «El Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita», en: Comparative Literature IV, 3, pp. 193-213. op. Cit OELKER, Dieter. De fermosura e donaire: Atenea (Concepc.). [online].

DE BRUYNE, Edgar. 1958. Estudios de estética medieval. Madrid: Ed. Gredos, 3 tomos.

_____. 1994. La estética de la Edad Media. Madrid: Ed. Visor.

ECO, Umberto. 2004. Kunst und Schönheit im Mittelalter. München, dtv N° 30128

_____. 2004 a. Die Geschichte der Schönheit. München – Wien: Carl Hanser Verlag.

35 OELKER, Dieter.De fermosura e donaire: Atenea (Concepc.). [online]. 2006, no.493 [cited 08 February 2007], p.35-62. Available from World Wide Web:

<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-04622006000…. ISSN 0718-0462.

Categoria: Arquitectura

El problema de las obras en el Centro Cívico de Lima

El problema de las obras en el Centro Cívico de Lima. (publicado en febrero del 2012)

Percy Cayetano Acuña Vigil

Centro cívico de Lima

Aca se ve quizá una de las primeras maquetas de como originalmente iba a ser el Centro Civico de Lima. Como se puede apreciar el numero y la disposición de los edificios era diferente a como finalmente se construyo.

Lo que me llamó la atención es esa torre que aparece en el emplazamiento del historio edificio Rímac. ¿Acaso en los años 60 se tenia en mente demoler esta obra de arte en arquitectura? La idea es congruente con la fiebre que por aquellos años impulso a los alcaldes de Lima a ampliar las principales avenidas a costa de expropiar, mutilar y demoler históricas casonas y otras que ahora solo quedan en el recuerdo.
Inclusive en una reciente entrevista a don Luis Bedoya Reyes este conto que tuvo la intención de comprar todas las manzanas entre la Plaza San Martin, los jirones Carabaya, Belén y la Av. Roosevelt para conectar la plaza del libertador con el Paseo de los Héroes Navales y hacer así un solo espacio publico. Al final se desecho la idea porque la municipalidad no tenia los fondos para pagar la expropiación…

Esta circulando un video en donde se dan opiniones sobre las obras realizadas en el CCL, en base a una explicación proporcionada por los seudo «proyectistas» que han destruido el proyecto original .

Este video pasaría sin comentarios si no fuese porque se refiere en el fondo al problema de la arquitectura en nuestro medio.

En mi concepto debe decirse lo siguiente:

1. Los proyectista de hoy han destruido con su propuesta el partido urbanistico que tenía el CCL. La única obra con partido urbanistico en Lima, icono de la ciudad y referente visual. Lo más destacado de esto es que ni siquiera se dan cuenta del problema que han causado.

2. Los proyectistas de hoy han destruido la filosofía arquitectónica del proyecto, y no se dan cuenta. La razón de ser de los espacios, la organización espacial en terminos de sus conecciones visuales con los espacios circundantes, todo lo han destruido, y no crean nada mejor ni más interesante. Lo que han hecho es un travestismo arquitectonico de poca monta que no da la talla para enfrentar la propuesta original de los maestros arquitectos que planearon este conjunto.

3. Los proyectistas de hoy han hecho simple decoración, kitch y de pésimo gusto, impertinente e inapropiado, que destruye el sentido de los espacios, empleando recursos vulgares convirtiendo el CCL en cualquier cosa sin alma y sin identidad.

4. Por lo expuesto se percibe que los proyectistas no tienen autoridad arquitectonica y han dejado que los intereses comerciales se impongan en todo el proyecto. No hay arquitecto, el comerciante es el que ha dictado lo que desea, y con esto se ha vandalizado todo el proyecto, al igual y peor que las hordas lumpen que lo saquearon.

Estos cuatro puntos muestran en mi concepto lo que esta haciendo la educación que hoy se da en las facultades de arquitectura. Confusión de fines, metas y objetivos. Peor aún muestra la inoperancia de los entes administrativos que deberían ocuparse de esta situación, en donde se esta vandalizando todos los pocos proyectos arquitectónicos de valía que tiene la ciudad.

La arquitectura en nuestro medio responde a las palabras de los proyectistas, simplementen se adecuan a lo que el comerciante en este caso quiere, sin capacidad de orientación y de guía. Ahí es que se ve la autoridad del arquitecto, pero si no sabe y no puede argumentar lo más simple es contribuir a realizar una destrucción más.

Es interesante como en el video ninguno de los participantes se hace uso de argumentos que no sean de factura puramente emotiva y sentimental, sin hacer referencia a teoría de la arquitectura, sin hacer referencia a proposiciones basadas en los valores universales de la arquitectura, y antes bién se hace uso de prejuicios y afirmaciones sin base y sin justificación con el pretexto de poses frente a la arquitectura sin validación.

Arquitectura moderna: Revisión de teoría

Analisis de la Forma: Le Corbusier: Geofrey Baker

Livre un

Este libro realiza un análisis exhaustivo de las principales obras de Le Corbusier a partir de diagramas, perspectivas y esquemas comentados. Proyectos como la villa Savoye, las casas Jaoul o el convento de La Tourette son diseccionados en esclarecedores dibujos explicativos que revelan las estrategias proyectuales y el punto de vista de Le Corbusier con relación a los detalles constructivos y todos los aspectos del proyecto arquitectónico, desde el emplazamiento de sus edificios, la volumetría o la distribución, hasta la elección de las vistas, la composición de los planos de fachada o la iluminación.

Se trata de una excelente guía para comprender todas las facetas de la obra de Le Corbusier, un manual ya clásico que invita a cuestionarse los distintos problemas de proyecto de la mano del gran maestro de la arquitectura del siglo XX. Esta nueva edición revisada y ampliada incluye obras que no aparecían en las ediciones anteriores, como el pabellón suizo de la Ciudad Universitaria de París o la villa Shodhan en Ahmedabad.

Geoffrey Howe Baker (1931), profesor emérito de la Tulane University de Nueva Orleans, estudió arquitectura en la University of Manchester y en 1964 empezó a impartir clases de Proyectos, Historia y Teoría Arquitectónica en la Newcastle University, para después continuar su trayectoria docente en distintas universidades británicas y estadounidenses. Es autor de numerosas publicaciones y artículos de arquitectura, entre los que destaca Análisis de la forma, publicado por esta misma editorial, que analiza de manera gráfica obras de todas las épocas de la arquitectura. Ha dedicado estudios monográficos a Frank Lloyd Wright, Antoine Predock y, sobre todo, a las primeras obras de Le Corbusier.

 10 HISTORIAS SOBRE VIVIENDA COLECTIVA

Livre deux1

 

Por primera vez, a+t research group analiza diez obras esenciales a través de dibujos y textos que destacan su aportación histórica al desarrollo de la vivienda deseable. El libro es un reconocimiento a maestros como Ignazio Gardella, Jean Renaudie, Ralph Erskine o Fumihiko Maki entre otros, que defendieron su visión personal de la arquitectura lejos de los dogmatismos y cerca de los usuarios. Cada historia es un viaje a través de múltiples enlaces que relacionan el proyecto con obras que lo precedieron, lo sitúan frente a las de su generación y lo identifican con los diseños del siglo 21.

No se trata de una lista canónica de edificios, ni son el top-ten de la vivienda colec­tiva. Han sido elegidos como se elige a los amigos: porque a pesar de sus defectos, merecen la pena.

Contenidos:

Línea del tiempo
Capítulos:

01 La calle en el aire
Complejo Justus van Effen. Michiel Brinkman
Róterdam,1919-1922

02 El naufragio del condensador social
Narkomfin Dom-Kommuna. Moisei Ginzburg, Ignaty Milinis
Moscú,1928-1932

03 Barato, rápido, ligaro y más alto
Cité de la Muette. Beaudouin, Lods, Mopin, Bodiansky
París, 1931-1934

04 La elegancia del disidente
Viviendas para los empleados de Borsalino. Ignazio Gardella
Alessandria,1948-1952

05 El proyecto como guión
Complejo multiuso en Corso Italia. Luigi Moretti
Milán,1949-1956

06 Un gueto exquisito
Barbican. Peter Chamberlin, Geoffry Powell, Christof Bon, Arup
Londres, 1955-1983

07 Cristal líquido
Résidence du Point du Jour. Fernand Pouillon
París,1957-1963

08 La ciudad lenta
Hillside Terrace. Fumihiko Maki
Tokio, 1967-1998

09 Construyendo estados de ánimo
Regeneración de Byker. Ralph Erskine
Newcastle-upon-Tyne, 1969-1982

10 Frente a mi casa, sobre la tuya, mi terraza
Complejo Jeanne Hachette. Jean Renaudie
Paris, 1970-1975

viviendas

 REVIEWS

“Un nivel superior en publicaciones de arquitectura […] el libro de arquitectura casi perfecto”. Florian Heilmeyer, Uncube magazine

«Un ejemplo sublime de cómo mediante impresionantes gráficos bien organizados pueden establecerse comparaciones entre proyectos». Richard Dattner, Architectural Record

“Verdadera anatomía de la vivienda colectiva. Una ‘biblia’ del género, maravillosamente editado”. Édith Hallauer, L’ Architecture d’Aujourd’hui

“La editorial española a+t firma una obra única en su género: una invitación a revisitar diez obras maestras de la vivienda colectiva, bajo una renovada forma gráfica”. Revista Tracés

«Impresionante documentación sobre las obras maestras casi olvidadas del siglo pasado». Baumeister

“Imprescindible”, “un libro realmente innovador”. Stuart Harrison, The Architects radio

“Maki, Gardella, Moretti-  han escrito la pequeña historia de la arquitectura, la de la gente corriente. Aurora Fernández Per y Javier Mozas han recuperado su legado y lo han contrastado y contextualizado”. Anatxu Zabalbeascoa, Del tirador a la ciudad (El País)

“Magníficos dibujos analíticos”. Cosasdearquitectos.com

«Emocionante mezcla de crítica arquitectónica e ideología». Michael Holt, Architectural Review (Asia Pacific)

“10 Historias sobre Vivienda Colectiva combina distintos elementos informativos para representar los múltiples aspectos de la densidad. Los autores ofrecen nuevas percepciones de los principios de diseño aplicados en los proyectos que analizan. Un libro que querrás tener”. Daniel Kurz, revista Werk, Bauen+Wohnen

“Un importante testimonio de cómo nuestra concepción de la buena vida es el fundamento de la arquitectura y cómo ésta, a su vez, crea posibilidades y limitaciones para que la vida se desarrolle”. Jesper Pagh, Arkitekten

«Lo que hace tan bueno al 10 Historias es la selección de los proyectos, que no es, ni de lejos, tan obvia como podía haber sido». «Este libro aporta algo a todo el mundo y ofrece mucho que aprender de los minuciosos casos de estudio, que muchas de las grandes ideas en vivienda ya han tenido lugar». John Hill, A Daily Dose of Architecture

“Manual introductorio con el que el lector adquiere una visión general de las cuestiones a las que la arquitectura residencial se enfrenta”. Arquitectura Viva 157

“Sobre todo, lo que hace comprensibles estas historias arquitectónicas es que llegan iluminadas bajo el foco de los acontecimientos político-sociales del momento, recreando toda una escena”. Marta Rodríguez Bosch, Diario La Vanguardia

 LOS PRINCIPIOS DE LA ARQUITECTURA MODERNA

 Norberg Schulz: Principios de la arquitectura moderna.

Este libro tiene como propósito fundamental explicar en qué consiste la arquitectura moderna. Esto podría parecer bastante pretencioso, pero actualmente circulan tantos malentendidos que aportar cierta claridad se ha convertido en una necesidad urgente. Por razones de justicia, es preciso recordar lo que realmente quería el Movimiento Moderno y poner de manifiesto lo que efectivamente consiguió. Algunos autores sostienen que el Movimiento Moderno es una ‘mistificación’, que en realidad los arquitectos modernos no tenían ninguna ‘ideología’ en común y que, por tanto, la arquitectura moderna no existe. Sin ninguna duda, el Movimiento Moderno tenía un fundamento y una orientación, y sólo cuando se comprenda esto podremos hacer una evaluación justa de sus resultados, incluidos los empeños posmodernos.

De este modo encontraremos un punto de partida para continuar la búsqueda de una arquitectura democrática para nuestra época.

La exposición empieza con un breve examen del nuevo mundo y de la necesidad que tiene el ser humano de orientarse en él e identificarse con él. En general, la arquitectura satisface esta necesidad por medio de la organización espacial y la articulación formal. La respuesta moderna a este problema se explica en dos capítulos, uno sobre la ‘planta libre’ y otro sobre la ‘forma abierta’. Tres capítulos -sobre la ‘casa’, la ‘institución’ y la ‘ciudad’- muestran cómo se dio una aplicación concreta a la planta libre y a la forma abierta. En otros tres capítulos más se indica cómo el movimiento -tras su fase ‘heroica’- pretendió ampliar su alcance hasta abarcar el problema del significado. Y por ello se estudian las nociones de ‘regionalismo’, ‘monumentalidad’ y ‘lugar’. 

Livre trois
Livre trois b

ANALISIS FORMAL DEL ESPACIO URBANO: PERCY ACUÑA VIGIL

ANALISIS FORMAL DEL ESPACIO URBANO

Muni miraflores 200513 -2 levels

Análisis Formal del Espacio Urbano-Aspectos Teóricos

PERCY C. ACUÑA VIGIL

INTTRODUCCIÓN.

Cuando nos referimos al análisis espacial urbano en el contexto arquitectónico se debe tener en cuenta su objetivo que es el de conocer aquellos elementos del sistema medio ambiental, con propósito de diseño y de estudio, que son conformantes delespacio y que pueden ser motivo de mejoras, y que por sus valores de diseño sirven comoejemplo y lección, y que podrían ser tomados como referencia para un proyecto.

El paradigma central que orienta estas paginas es que la defensa de la ciudad se halla unida a la causa de la arquitectura por esto se requiere de análisis, para defender mejor a laciudad, y este Interpretar la ciudad como una organización, demostrar su lógica, describirsu estructura formal es lo que el análisis posibilita. El análisis urbano es la condición mismadel proyecto. Condiciona el enunciado, el método, el lugar del proyecto. Suministra la materia sobre la que se realiza el proyecto, la delimita haciéndola consistente y dispone losmecanismos, la lógica concreta y el proceso de creación formal del proyecto.

El análisis urbano permite definir el lugar del proyecto y conocer desde el nivel del lote la distribución que forma el tejido en donde se inicia la estructura jerárquica de la ciudad. Este conocer a partir del análisis sirve para entender el estado actual de nuestra ciudad y permite explicar también la dificultad de producir proyectos que cuenten con cualidades de buen diseño.

El análisis puede llevar a comprender la relación entre las formas deinversión de las grandes instituciones financieras, la forma física de los edificios en el centro de la ciudad y la de los espacios públicos y las mismas ideas Arquitectónicas actuales, con la finalidad de proporcionar mejores elementos de referencia para el diseño.

Con esta idea se ha preparado el siguiente documento.Este trabajo presenta información de base que define líneas para profundizar estudio sobre el espacio urbano. Presenta información general sobre el tema con una visión sistémica demodo que permita a los estudiantes un panorama coherente sobre el tratamiento del tema.Con estas limitaciones se ha preparado el siguiente trabajo

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